En el marco del debate oral y público por el asesinato del niño Facundo Alexis Ferreira (12), el Ministerio Público Fiscal pidió la pena de reclusión perpetua contra los acusados, Mauro Gabriel Díaz Cáceres (30) y Nicolás Javier González Montes de Oca (27), en calidad de coautores. 
En su alegato final, Marta Jerez de Rivadeneira, fiscal de Cámara en lo penal, consideró que: “Deben responder por su actuación y ser condenados ambos en las mismas condiciones por el fallecimiento del joven Ferreira como autores voluntarios y responsables”. Para la Fiscalía son coautores de homicidio, doblemente agravado por alevosía y por el ejercicio abusivo de la función de los miembros de las fuerzas de seguridad, agravado por el uso de armas de fuego e incumplimiento de deberes de funcionario público.
A su vez, y atento a la gravedad de la pena, la Fiscal de Cámara solicitó se le imponga la cautelar de prisión preventiva de inmediato hasta el momento de dictarse la sentencia por la posibilidad de no estar a disposición de la Justicia.
Por su parte, el abogado de la querella, Carlos Garmendia, destacó la labor de la entones fiscal de instrucción, Adriana Giannoni. “Ha recibido muchas presiones y la posibilidad de continuar con la investigación era buscar la verdad, podría haberse quedado con los primeros informes pero no lo hizo. Me adhiero en la totalidad a las manifestaciones de la Fiscal de Cámara”, expresó. Ataque irracional
Para la Fiscalía, quedó acreditado que los miembros de las fuerzas comenzaron sin razón una persecución, disparos de por medio, contra los dos menores de edad que circulaban en motocicleta, lo que concluyó con la muerte de Facundo.
Se les reprocha, además, no tomar las previsiones para el traslado inmediato del menor, quien se encontraba con vida, hacia el nosocomio más cercano del lugar de hecho, demorando la atención y no habiendo comunicado al personal médico del Sistema Provincial de Salud el origen de las heridas que presentaba la víctima, impidiendo el abordaje terapéutico inmediato conforme la naturaleza de las heridas.
“La legítima defensa es para defender la propia vida o bien la vida de un tercero, pero para ello debe reunirse determinadas condiciones, en primer lugar, que la agresión sea ilegítima, en este caso, no hubo agresión por parte de las víctimas, por el contrario, la agresión partió siempre de los persecutores.
Ellos aducen que lo hicieron porque eran sospechosos y porque además no se pararon. ¿Ese era motivo para abrir fuego hacia alguien que huía? Si están huyendo no hay ningún peligro para las personas hoy imputadas, no hacía falta usar todo ese armamento en contra de esos menores indefensos.
Por otra parte, si hubieran sido personas peligrosas lo que correspondía era que se comuniquen con los superiores y que pidan ayuda. Que pidan apoyo, con hacer un circuito de policías no hacía falta perseguirlos por más de 500 metros. Tenían todos los medios para haber evitado”, sostuvo la Fiscal de Cámara en parte de su alegato.
En su exposición, la fiscal hizo mención al estado en el que se encontraba uno de los efectivos al momento del hecho. El documento incorporado como prueba advierte que los estudios realizados a Montes de Oca arrojaron resultado positivo en cuanto a la existencia de cocaina y marihuana en su organismo, lo que fue ratificado por el informe del Servicio de Toxicología Forense del Cuerpo de Investigaciones Fiscales de la provincia de Salta. Mientras que los estudios realizados a Díaz Cáceres no revelaron la existencia sustancias toxicas.
Declaración de su tía
Previo a los alegatos finales, en el día de ayer concluyó la ronda de testigos con la declaración de la tía de Facundo, entre otros (peritos y policías). Como mensaje hacia el tribunal de la Sala I de la Cámara Conclusional, Rita Ferreira expresó: “Quiero Justicia por Facundo y por el dolor de todos nosotros. Mi alma se la llevó él. Yo me siento fuerte y mi mamá también por todos estos años que venimos marchando”.
Tiros y muerte. De acuerdo a la teoría del caso, el 8 de marzo de 2018, a las 01:20 horas aproximadamente, los agentes Díaz Cáceres y González Montes de Oca, a bordo de una motocicleta de la División de Motoristas del 911, cruzaron la platabanda y emprendieron la persecución en contramano por avenida Benjamín Aráoz de un rodado, conducido por un adolescente de 15 años, quien llevaba como acompañante a Facundo. Mientras continuaba la persecución, los agentes realizaron disparos contra los menores, quienes buscaron protección al lado de un contenedor, impactando uno de ellos en la cabeza de Facundo, ocasionándole un traumatismo encéfalo craneano que determinaron su muerte a causa del proyectil.
