Los bonos Globales argentinos, emitidos con el canje de deuda de septiembre de 2020, llegaron a caer ayer al mediodía hasta 4% y el riesgo país tocó los 1.828 puntos básicos. A las 17, las pérdidas se moderaban a un 2% en promedio y el indicador de JP Morgan ascendía 32 enteros para la Argentina, en los 1.786 puntos básicos. Estos títulos públicos en dólares con ley extranjera son la referencia de la deuda argentina en el exterior y en el breve transcurso de 2022 caen 6% en promedio.
Hay que recordar que ya el año pasado habían anotado una baja de cotización del 9% anual en promedio. El ministro de Economía, Martín Guzmán, aseguró que “un acuerdo no va a resolver todos los problemas de endeudamiento externo de la Argentina”, y afirmó que “la diferencia que separa al país de un acuerdo con el FMI es el sendero fiscal que propone la Argentina para reducir el déficit de forma gradual, de manera virtuosa sobre un mayor crecimiento de la actividad económica”.
El mensaje trajo más escepticismo a los fondos de inversión, que ahora tienen más dudas acerca de la posibilidad de un entendimiento con el organismo de crédito antes de que termine el primer trimestre del año. El mercado estima que además se necesitarán medidas relacionadas a un aumento de los ingresos o a una baja del gasto público, y hasta inclusive una combinación de ambas.
Las bolsas internacionales también operaron en baja -aunque el S&P 500 y el Nasdaq exhibieron leve rebote al fin de las operaciones- y el rendimiento de algunos de los principales títulos del Tesoro de los EEUU tocaban su nivel más alto en años el jueves, después de que la Reserva Federal señaló la posibilidad de una subida de tasas de interés en Estados Unidos más rápida de lo previsto y la retirada de los estímulos.
Tanto las bolsas de Asia como las de Europa se desplomaron después de que el Nasdaq perdió más de un 3% en la víspera en Wall Street, y de que el retorno de los bonos del Tesoro estadounidense a dos y cinco años -importantes motores de los costos del endeudamiento a nivel mundial- se dispararon hasta máximos desde que se desató la pandemia en marzo del año 2020.