Elvira Brito estaba comiendo una naranja al sol, hoy a la siesta, cuando sintió un ruido extraño que la hizo mirar hacia el cielo. A los vecinos de Romera Pozo, donde queda su casa, ya no les sorprende ver aviones que despegan y aterrizan en el Aeroclub Los Tucanes, en Mancopa.
“Me llamó la atención que recién pasaba e hiciera una maniobra como para volver al club. Después escuché un ruido extraño y vi que empezó a caer”, describe la vecina en una charla telefónica con LA GACETA.
El piloto apuntó el avión, un ultraliviano de un solo pasajero, hacia un cañaveral de la zona, ubicado al lado de la casa de Elvira. “Ya estaba cosechado ese campo, estaba limpio, y ahí cayó. Nos acercamos a ver qué pasaba y el piloto estaba muy asustado, pero no tenía golpes ni nada grave”, contó la mujer.
Según lo que pudieron conversar los vecinos con el piloto, el problema fue un desperfecto en el motor, que se apagó en pleno vuelo. El piloto intentó volver a Los Tucanes, pero se quedaba sin tiempo y decidió aterrizar de emergencia en el cañaveral.