La semana vigente promete ser una para alquilar balcones debido a que es factible que la Corte Suprema dé a conocer durante el transcurso de los siguientes cinco días hábiles el fallo sobre los jueces desplazados por el kirchnerismo. Se trata nada menos que del futuro de los camaristas Leopoldo Bruglia, Pablo Bertuzzi y del juez Germán Castelli, que el Gobierno busca remover de sus cargos por osarse a investigar a Cristina Kirchner y a su entorno.
Cabe recordar que lo que deberá definir el máximo tribunal será si les brinda aval a los magistrados en sus cargos. Mientras Bertuzzi y Brugilia fueron miembros de la Sala 1 de la Cámara Federal porteña, fueron claves en la investigación de expedientes que involucraron a exfuncionarios kirchneristas. Por su parte, Castelli tuvo a su cargo la tramitación del juicio oral en la causa de los cuadernos de las coimas.
Justamente, en el mismo, Cristina Kirchner es la principal acusada y es de los juicios que la tienen más complicada. Por esta razón, es clave para ella poder desarticular todo lo referido a este caso. En ese marco, el kirchnerismo tratará de presionar a los jueces de la Corte Suprema para lograr que den vuela su voto. Y es que en el mundo judicial se descuenta que los magistrados terminarán por confirmar es sus puestos a los jueces desplazados.
Y es que las movilizaciones que vienen teniendo lugar durante los últimos meses han contribuido a que en el máximo tribunal tomen nota de que la gente no permitirá que el Poder Judicial mire para el otro lado cuando se acerca la hora de la verdad. En la misma, la Justicia será clave al optar por ser funcional al poder de turno y permitir que sea cooptada. O, por el contrario, apostará por ponerle un freno a las apetencias del Gobierno.
Mientras tanto, desde el oficialismo se intentará colar en el Congreso la mentada ley de reforma judicial. Y es que corre contra reloj teniendo en cuenta que tan solo quedará un mes para que se termine de manera formal el período ordinario de sesiones parlamentarias. El problema para el Gobierno es que no cuenta ni remotamente con los votos necesarios, no sólo para aprobarla, ni siquiera tienen asegurado el quorum.
Además, en el horizonte se asoma la movilización prevista para el próximo 8 de noviembre, la cual viene siendo motorizada desde las redes sociales. Asimismo, la imagen del Gobierno en la sociedad baja semana a semana, por lo que el Gobierno no cuenta ni con el aval parlamentario ni con el respaldo popular que alguna vez supo tener. Por lo que sabe que le será virtualmente imposible lograr este año darle la media sanción que le basta.
Restará saber qué decisión tomarán finalmente los jueces que integran la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Sobre todo, si no existirá algún tipo de argucia de último momento que intente el oficialismo para evitar que el máximo tribunal cumpla con el deber de ser el equilibrio entre las fuerzas que integran la República y que la fundamentan. Es el pedido de la gente que inundó las calles hace exactamente una semana.
