Tres equipos de científicos del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) y de “Cáncer con Ciencia” -de la Fundación Sales-, trabajan en torno de la inmunoterapia para la cura del cáncer mediante una vacuna, en nuevas terapias para el cáncer de mama y en el estudio del rol de una proteína, comunicaron voceros del Conicet.
Uno de estos avances tiene que ver con la vacuna terapéutica Vaccimel. “Demostró activar una fuerte respuesta inmune contra el melanoma, (luego de décadas de investigación)”, sostuvo José Mordoh, líder del equipo de científicos.
La vacuna obtuvo la aprobación de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) para que se inicie la última etapa del ensayo clínico, y se espera que para fin de este año ya esté disponible para tratar el melanoma, el más grave cáncer de piel.
“Lo interesante del estudio es que también pudimos determinar que el tratamiento con Vaccimel es compatible con los llamados ‘inhibidores de los puntos de control inmunológico’, un tipo de inmunoterapia que en los últimos años ha probado mejorar enormemente las perspectivas de estos pacientes”, añadió Mordoh.
Y agregó: “la combinación de ambos tratamientos es segura y potenciaría la respuesta inmune contra este agresivo tumor de la piel”.
De esta forma, los resultados mostraron que los pacientes tratados con Vaccimel recayeron a los 96 meses, mientras que un 50% de los pacientes tratados con interferón (una sustancia natural que ayuda al sistema inmunitario a combatir el cáncer) lo hicieron a los 13 meses, al tiempo que la vacuna inhibió la metástasis del tumor a otros órganos.
Otro equipo de investigación, dirigido por Gabriel Rabinovich, gira en torno al estudio de la Galectina-1, una proteína que se encuentra en un gran número de tumores, entre ellos el melanoma, cáncer de pulmón y cáncer de mama, y es la responsable de evadir el ataque a la enfermedad a partir del propio sistema inmunológico.
“(Este trabajo permitirá, en el mediano plazo, profundizar) la incorporación de nuevas herramientas para que el sistema inmune se active en enfermedades en las que su acción está reducida, tales como el cáncer y otras”, explicó Rabinovich.
A su vez, añadió que también se analiza la producción de anticuerpos para bloquear las moléculas que inhiben al sistema inmune, para que se active y combata los tumores.
Finalmente, el tercer equipo de investigación estudia el comportamiento de la hormona progesterona y su implicancia en algunos tipos de cáncer de mama.
La responsable de la investigación, Claudia Lanari, postuló por primera vez en el mundo que la progesterona podía producir cáncer de mama, cuando se creía que sólo la hormona estrógeno lo generaba.
Con el estudio clínico en marcha, el equipo se prepara para evaluar el efecto terapéutico de un antiprogestágeno sobre un grupo seleccionado de pacientes con cáncer de mama.
“(Será posible desarrollar) métodos de diagnóstico que ayuden a elegir a las pacientes que respondan a este tratamiento”, concluyó Lanari.