“Hoy por hoy no hay diálogo con la otra parte y la decisión de la asociación es no atender a nuevos pacientes Covid-19 que sean afiliados al Subsidio de Salud, por la simple razón de que no podemos cobrar las prestaciones que dimos desde abril pasado. Haciendo números redondos, la deuda asciende a 250 millones de pesos”, dijo Nougués en declaraciones.
El directivo expresó que cumplirán con la atención de aquellos pacientes actualmente están internados en los distintos sanatorios y clínicas, “no vamos a ser tan irresponsables de abandonarlos y quedarán internados hasta el recibir el alta correspondiente”.
El conflicto con la obra social estatal, con más de 350 mil afiliados, tiene su origen por la falta de acuerdo en los costos que ocasiona la atención de los pacientes que contrajeron el coronavirus, ya que no había antecedente de esta nueva enfermedad y por lo tanto está fuera de cualquier convenio prestacional. “En todo este tiempo nunca pudimos ponernos de acuerdo con las autoridades del subsidio sobre los valores que se pagarán por la atención de sus afiliados y en forma solidaria, todos estos meses decidimos seguir recibiendolos y afrontamos con nuestros propios recursos todos los costos”, expresó Nougués.
Con una inflación de casi el 40%, con medicamentos, reactivos, drogas y material descartable que tiene valor dólar y que incrementaron su valor entre 5 y 8 veces (por la maldita especulación), “la situación se torna inviable por el subsidio no actualizó los aranceles desde el año pasado y dijimos basta, hasta acá llegamos. Hay sanatorios que están con problemas financieros serios, al punto de poder pagar los salarios a sus empleados”, apuntó el directivo.
Nougués lamentó que en Tucumán no se haya adoptado el criterio de otros países, donde el sistema de salud se fusionó entre el público y privado para atender la demanda de la comunidad en forma responsable y eficiente ante una pandemia. Desde un primer momento quisieron resolver este tema con el Ministerio de Salud y con el Subsidio de Salud, pero nunca recibieron una respuesta concreta.
Pero los problemas entre las partes no son solo por la falta de pago de las prestaciones de pacientes Covid. Nougués admitió que también hay una preocupante mora en la liquidación de las otras prestaciones médicas, el equivalente a tres meses de facturación que la obra social no pagó y que va minando las arcas de las clínicas y sanatorios.
Esto llevó a los directivos a tomar la decisión de rescindir el contrato con el Subsidio de Salud, el que operará el 1 de enero de 2021, por lo que la atención a los afiliados al subsidio estará vigente hasta el 31 de diciembre de 2020.
