Lo hacemos todos: estacionar el auto, apagar el motor, salir, cerrar la puerta y trabar las puertas con el cierre centralizado a distancia. Pero, ¿nos aseguramos de que quede cerrado?
La mayoría de las personas no vuelven a fijarse si las puertas quedan trabadas y eso es justamente lo que aprovechan los delincuentes.
Los ladrones esperan pacientemente en estacionamientos de shoppings, supermercados o estaciones de servicio a la víctima desprevenida que creerá que cerró el auto y se irá, dejando sus pertenencias servidas para quien quiera llevárselas.
“Los handys sirven principalmente para hablar, pero para hacerlo emiten una frecuencia que es mucho mayor al de las llaves del auto”, explica el hacker Sebastian Pegazzini a TN Tecno. Sebastián nos cuenta que ni siquiera es necesario hablar a través del handy, sólo apretar el botón y quedarse en silencio luego de haberlo configurado para que emita una señal en la misma frecuencia que la de la llave del auto.
“La frecuencia del handy tiene más potencia e impide que la llave y el auto se comuniquen entre sí”, detalla @bySepa, como lo conocen a Sebastián en las redes. La primeras preguntas que surgen son cómo saben en qué frecuencia operan las llaves del auto y, sobre todo, cómo consiguen los delicuentes estos aparatos. Ambas respuestas son muy sencillas: internet. La compra de un handy se puede hacer por compra online y los hay económicos (alrededor de 15 mil pesos) a más sofisiticados (que rondan los 50 mil) y las frecuencias también pueden conseguirse investigando en la web.
Cómo saber si inhibieron la señal de tu llave
El método es simple: verificar manualmente si la puerta trabó. Si tras un par de intentos la puerta sigue sin cerrar, es probable que alguien desde lejos esté anulando la señal de la llave. Si ese es el caso, lo único que se puede hacer es irse del lugar y estacionar lejos donde no se esté al alcance del handy de los delincuentes.
Inhibir y clonar no es lo mismo pero es el mismo peligro
La forma más sencilla para interferir con una frecuencia es anularla, pero los delincuentes van más allá. En casos más sofisticados, los malvivientes pueden usar herramientas y dispositivos creados para testeos de seguridad (usados por los profesionales que se dedican a hacer mecanismos más seguros) para vulnerar distintas medidas de seguridad. En la charla con TN Tecno Sebastián mostró cómo, a través del uso de un dispositivo, se podía copiar la información de una tarjeta de crédito o de débito y luego usarla para hacer compras.
El peligro de clonar frecuencias: tarjetas de crédito y llaves de entrada a edificios
Tanto las tarjetas plásticas para pagar como los controles remoto para abrir portones, las llaves electrónicas de los edificios y hasta las tarjetas de entrada a una empresa, gimnasio o club son a base de frecuencias y pueden ser clonadas. Para esto se necesita que los dispositivos capaces de copiar una señal estén en contacto directo con la tarjeta o control.
“Para protegerse de esto lo mejor es no dejar las cosas desatendidas. Tener siempre consigo las tarjetas o las llaves, no dejarlas arriba de una mesa en un lugar público”, aconseja Sebastián.