En la última semana se conoció que la Justicia de Chile le dio la libertad a Facundo Jones Huala, líder de la Resistencia Ancestral Mapuche (RAM) luego de estar en prisión por poco más de 3 años aunque su proceso judicial continuará pero tras la rejas. La idea de su familia es que regrese al país, donde Alberto Fernández defendió su causa en medio de las acusaciones sobre atacar violentamente en la Patagonia.
A pesar de esto, en el Gobierno aseguran que no tienen relación con el referente de la Comunidad Mapuche, un grupo que volvió a estar en boca de todos en las últimas horas luego de conocerse que miembros de la Comunidad Lafken Winkul Mapu atacaron a turistas de Villa Mascardi, un hecho que repudió la exministra de seguridad Patricia Bullrich que le dejó un pedido al mandatario argentino.
La dirigente macrista escribió en su cuenta de Twitter que «los sin ley» son apañados por la actual gestión y pidió al presidente que tenga la capacidad de «poder para terminar con esta violencia» y que «Deje de encubrirla de una vez por todas» teniendo en cuenta el antecedente de Jones Huala. A su vez, hay otros dos antecedentes que comprometen al Frente de Todos.
En octubre pasado, miembros de la Comunidad Mapuche incendiaron un club deportivo barrial en El Bolsón y desde el Gobierno de Rio Negro pidieron ayuda al Estado pero les respondieron que no era un tema que ellos podían tratar y que debían resolverlo dentro de las posibilidades de la provincia. Esto no cayó nada bien en la oposición que ante cualquier conflicto lo recuerdan.
Sumado a esto, en 2019, el embajador argentino en Chile inició contactos entre mandatarios para poder garantizar el bienestar de Jones Huala en la cárcel. Claramente este hecho tampoco gustó en el macrismo que, una vez más, reiteraron el pedido de dejar que la justicia actúe y que no intervenga nadie del Poder Ejecutivo porque no hay motivos para defenderlo.