Es la amortización de capital y el pago de interés de los bonos Globales y Bonares, surgidos en la reestructuración de deuda que Martín Guzmán cerró en 2020. El Ministerio de Economía hará el pago con una parte de las divisas que adquirió durante 2024.
El Tesoro pagará este jueves alrededor de US$4400 millones por la amortización de capital e intereses de los bonos Bonares y Globales. Lo hará con fondos propios, que el Ministerio de Economía le fue comprando al Banco Central (BCRA), ante la imposibilidad de refinanciar la deuda en el mercado de capitales internacional, debido a las altas tasas.
Los pagos a privados rozarán los US$3800 millones. El impacto más inmediato en reservas se vio este miércoles. Las arcas del BCRA mostraron una reducción de casi US$1600 millones por los fondos que se girarán a cuentas de acreedores extranjeros para pagar bonos Globales en dólares y euros.
Por el contrario, los depósitos a inversores locales no significarán una salida de divisas de la autoridad monetaria hasta que los bonistas no retiren -si lo hacen- esos billetes estadounidenses de los bancos. Esto incluye tanto a los acreedores privados como a las tenencias en manos de la Anses, entidades públicas y el BCRA.
A principios de octubre, el Tesoro giró US$1050 millones al Bank of New York para garantizar el pago de intereses a los bonistas extranjeros. A la vez, continuó comprando dólares al Banco Central (BCRA) en el último mes del año y los depósitos oficiales en moneda extranjera cerraron 2024 arriba de los US$6100 millones. Por eso, algunos analistas consideraron que Economía parece querer asegurar no solo el pago de enero, sino también el vencimiento de bonos de julio.
La decisión de los bonistas: reinvertir o tomar ganancias
La euforia que vivieron los bonos argentinos durante 2024 los llevó a ganar más de 100% anual. El compromiso del Gobierno en mantener el equilibrio fiscal y mostrar voluntad de pago fue fundamental para mejorar esas valuaciones y bajar el riesgo país. Aún con cepo y sin nuevo acuerdo con el FMI, la deuda en dólares se destacó.
Ahora, a las puertas del pago de capital e intereses, la incógnita pasa por si los bonistas reinvertirán esos dólares en títulos argentinos o preferirán tomar las ganancias. La primera alternativa sería la más beneficiosa para la Argentina, ya que la mayor demanda de bonos generaría una nueva baja del riesgo país, que este lunes perforó los 600 puntos por primera vez desde 2018.
En PPI consideraron que las ganancias que viene mostrando los bonos locales tiene detrás la tesis de la reinversión. “Nuestra hipótesis es que buena parte de estos fondos serán reinvertidos en la curva soberana. En primer lugar, estimamos que cerca de US$1100 o US$1200 millones de los US$4450 millones del pago total están en manos de entidades públicas, lo cual ya proporciona un piso de reinversión”, explicó la casa de Bolsa.
En cuanto al resto, PPI indicó que algo más de la mitad irá a inversores residentes en el país. “A simple vista, los tenedores locales son más propensos a reinvertir los cupones, pero también creemos que la situación se repetirá en el exterior. La historia Argentina persiste como una de las ‘favoritas’ a nivel global y los títulos soberanos todavía ofrecen tasas atractivas en comparación a sus pares”, indicaron los analistas de esa compañía.
A su turno, Maximiliano Donzelli, mánager de Estrategias de Inversión en IOL Inversiones, sostuvo que siempre es recomendable reinvertir los cupones para que el capital siga creciendo. Sin embargo, dijo que cada inversor debe evaluar si quiere modificar el riesgo de la posición actual.
En ese sentido, consideró que aquellos que quieran quedarse en bonos argentinos, la mejor opción es el Global 2035 (GD35) ya que tiene una mayor duration y se beneficiaría de una baja del riesgo país.“Hoy rinde 10,5% pero en un escenario base esperamos que a un año vista renta un retorno del 20% con una baja del riesgo país de 250 puntos básicos”, indicó el especialista.