Este martes el presidente Javier Milei debutó en las Naciones Unidas con cuestionamientos al globalismo y a la llamada Agenda 2030 de la ONU. El mandatario argentino aseguró que la Argentina “abandonará su posición de neutralidad histórica”.
El jefe de Estado habló en el segundo bloque de exposiciones del primer día del debate de la 79° edición de la Asamblea General de la organización. “Impone una agenda ideológica”, sostuvo el Presidente sobre la ONU.
Milei dijo que Naciones Unidas dejó de velar por los principios fundamentales por los que se creó: “Pasó de ser una organización para cuidar a los hombres a convertirse en un Leviatán con tentáculos que dictamina cómo deben vivir los ciudadanos del mundo”. También sostuvo que la ONU ya no persigue la paz, sino que impone su pensamiento: “Adoptó un modelo trágico”.
El jefe de Estado cuestionó distintas políticas que tomó la organización: “La agenda 2030 no es otra cosa que un programa socialista”. En ese sentido, la canciller Diana Mondino se expresó en la Cumbre para el Futuro este domingo y confirmó que la Argentina disociará del programa que propone una visión de sostenibilidad económica, social y ambiental.
Sobre las cuarentenas durante la Pandemia del Covid-19, Milei dijo que deberían ser consideradas “un delito de lesa humanidad”. Además, apuntó contra la organización porque permitió “el ingreso de dictaduras sangrientas como la de Cuba y Venezuela”.
“Aquí mismo se permite el ingreso de países que castigaban a sus mujeres por mostrar la piel. Acá se ha votado en contra del Estado de Israel”, agregó.
También cruzó a la ONU por su “incapacidad para responder al flagelo del terrorismo” y por sus políticas colectivistas que “violentan los derechos de propiedad y el proceso económico natural”.
Milei realizó críticas contra el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas: “Se ha desnaturalizado, porque el veto de sus integrantes permanentes se empezó a utilizar para la defensa particular de algunos”.
Como ejemplo, el Presidente utilizó la guerra entre Ucrania y Rusia: “En vez de enfrentar estos conflictos, invierte tiempo y esfuerzo en imponerle a los países pobres cómo y qué deben producir, con quién deben vincularse y en qué creer”.
Para cerrar, Milei dijo que la ONU tiene una “pérdida de credibilidad” y que la Argentina tomará una conducta internacional basada en “abrazar las ideas de la libertad”.