El 8 de febrero Walter “Chino” Regudero, quien poco antes había zafado de la cárcel gracias a un juicio abreviado cuyas condiciones nunca cumplió, asesinaba a Luisa Susana Mansilla, una enfermera de 60 años que desde poco antes disfrutaba de su recién lograda jubilación tras toda una vida de trabajo.
La mujer se había levantado muy temprano para apurar unos trámites personales, saliendo a eso de las 7 a la parada de ómnibus de avenida Siria y Paraguay, donde fue abordada por el sujeto que quiso robarle cartera pero terminó apuñalándola, se cree que porque lo habría reconocido.
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Siete meses después del crimen, Regudero, de 24 años, afrontará un proceso judicial que puede terminar con una condena de 23 años de prisión efectiva, toda vez que la jueza Juana Juárez, acepte el acuerdo de juicio abreviado al que llegaron los familiares del acusado con el Ministerio Público Fiscal.
El malviviente, que pasó varios días prófugo tras el brutal crimen, terminó apresado el 11 de febrero, en inmediaciones del estadio de Atlético Tucumán, donde fue sorprendido caminando, se cree que tras haber sido intimado por sus encubridores para que se entregara, cediendo a la fuerte presión policial.
Con Regudero preso, comenzaron a aflorar sus antecedentes, que revelaron que el peligroso sujeto bien podría haber estado preso cuando acabó con la vida de la enfermera jubilada.
Seis días antes del brutal ataque en avenida Siria y Paraguay, “El Chino” había sido aprehendido por robo, pero quedó en libertad, aunque por poco tiempo, ya que horas después volvieron a detenerlo, por un caso similar, y otra vez la decisión de la justicia fue dejarlo libre.
Antes de eso, en octubre de 2019, llegó a un acuerdo con una victima de sus andanzas, con el compromiso de indemnizarlo, realizar trabajo social y tratarse su adicción, pero Regudero no hizo ninguna de las tres cosas, pese a lo cual siguió libre, lo que le permitió terminar con la vida de Luisa Susana Mansilla.
El fiscal Carlos Sale, quien llevó adelante la investigación del crimen, destacó la celeridad del proceso que, esta vez, sí alejará al asesino de las calles por algunos años.
