La Justicia de Tucumán dio su sentencia ayer viernes en la causa contra los empresarios azucareros Luis Alberto Drube y Santiago Daniel Gasep, abierta por la contaminación de los ríos Medina/Chico y Gastona, integrantes de la cuenca Salí-Dulce, con incidencia en Santiago del Estero. El hecho juzgado se dio entre 2007 y 2009 y constó en haber vertido efluentes industriales sin tratamiento o con tratamiento deficiente en los ríos mencionados.
Si bien el fiscal general subrogante Pablo Camuña y la auxiliar fiscal Valentina García Salemi solicitaron al Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Tucumán la imposición de penas de 4 años y 4 años y 6 meses de prisión, los empresarios recibieron 3 años de ejecución condicional y una multa de 100.000 pesos. El tribunal estuvo integrado por María Noel Costa, Abelardo Basbús y Enrique Bothamley.
El Ministerio Público Fiscal (MPF) requería condena en este caso por tercera vez, ya que hubo dos sentencias absolutorias que fueron revocadas y anuladas en 2016 y 2019 por la Cámara Federal de Casación Penal. El MPF también había solicitado una reparación económica de 100 millones de pesos, pero el tribunal no hizo lugar al pedido.
Como tampoco respondió afirmativamente al pedido de investigación sobre Alfredo Montalbán, ex secretario de Medioambiente de la provincia, por posible falso testimonio, encubrimiento, incumplimiento de deberes de funcionario público, omisión del deber de denunciar, tráfico de influencias y obstrucción a la justicia.
Camuña y García Salemi consideraron demostrado en el debate que los acusados contaminaron con vinaza y otros residuos el agua de los ríos que forman parte de la cuenca Salí-Dulce. Para la fiscalía se acreditó que los residuos industriales de La Trinidad (vinaza) eran residuos peligrosos y que para 2007 no eran debidamente tratados por parte del ingenio pese a la normativa y los planes de producción limpia y de reconversión suscriptos desde antes.
La fiscalía consideró comprobado que para ese año esos efluentes peligrosos eran además conducidos por un canal a cielo abierto por distintas poblaciones y se volcaban a fincas vecinas y a una laguna de sacrificio que no cumplía con ninguna de las normas sobre seguridad e higiene. También precisaron que tanto el canal como la laguna desbordaban y que esos vertidos terminaban en el río Chico o Medina, y que al menos una vez durante 2009 se volcó directamente al río Gastona.
Ambos ríos forman parte de la cuenca Salí-Dulce y terminan su trayecto en el dique Frontal de Santiago del Estero. Camuña y Garcia Salemi destacaron que ambos imputados habían sido sancionados administrativamente en varias oportunidades, y que con su accionar doloso adulteraron y contaminaron el suelo, las aguas y el ambiente, con lo cual generaron un riesgo a la salud pública.
