El intendente de Famaillá, José Orellana, fue condenado hoy a tres años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos en el juicio restringido al público que se desarrolló en Buenos Aires por abuso sexual simple.
El dirigente tucumano adelantó que apelará la decisión que dictó el Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional N°28, integrado por Carlos Mariano Chediek, Carlos Rengel Mirat y Federico Salvá.
“Comienza una nueva etapa. Tengo 35 años en la función publica y no he sido denunciado nunca. Si yo hubiera sido mala persona hubiera habido una lluvia de denuncias. Tomé el fallo con mucha tranquilidad”, dijo Orellana a este diario.
El propio intendente, no obstante, aclaró que la sentencia adversa no lo inhabilita en sus funciones públicas ni modifica su situación actual dado que no hay una sentencia firme. “Sigo funcionando y puedo ser candidato (en las elecciones de 2023). Eso lo establece el Derecho”, añadió.
Los argumentos de la sentencia se conocerán el viernes 16 de diciembre.
Solicitudes en los alegatos
Durante la audiencia de alegatos finales, el pasado viernes, las abogadas de la querella María Elena Barbagelata (ex diputada) y Fernanda González Allega habían solicitado una pena de cuatro años de prisión efectiva. Dijeron que se trató de un hecho de violencia institucional, además de un abuso sexual. El fiscal Sandro Abraldes pidió tres años y medio y sumó la pena de inhabilitación perpetua para el ejercicio de funciones públicas, según consignó el portal TN.
Los abogados de Orellana hicieron un planteo de nulidad de los alegatos de la querella y pidieron la absolución del intendente de Famaillá, que estuvo presente en esa audiencia como en la lectura de la sentencia.
El caso
Orellana fue denunciado el 11 de noviembre de 2016 por una joven de 22 años, cuya identidad se preserva por cuestiones legales. Según ese relato, ella fue hasta el despacho del entonces diputado para informarle que había gente esperándolo. Allí se habría producido el abuso sexual por el que se condenó al actual intendente.
La joven se comunicó entonces con su jefa, la ex diputada Gabriela Troiano, quien le recomendó que denunciara al famaillense. Sostuvo que luego del hecho recibió mensajes de Orellana, en los cuales el imputado se disculpaba por su accionar y le pedía que no denunciara el hecho, porque eso heriría a su familia y lo perjudicaría en su carrera política.
En diciembre de 2019, Orellana fue sobreseído en primera instancia por la jueza María Alejandra Provítola por “falta de pruebas”. Sin embargo, la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional ordenó en 2020 su procesamiento por considerarlo “autor penalmente responsable del delito de abuso sexual”. La apelación fue impulsada por la querella y por la Unidad Fiscal Especializada de Violencia contra las Mujeres, encabezada por Mariela Labozzetta.