La imputada, aprovechándose de la necesidad habitacional de diversas víctimas, mediante engaños las captó con la promesa de armarles una carpeta o legajo que haría ingresar al IPV, asegurándoles a los interesados que en unos pocos meses les haría entregar una vivienda, bajo la contraprestación de sumas de dinero y bienes de gran valor.
Ayer se celebró un convenio de juicio abreviado, donde la imputada, de 50 años, tuvo que reconocer su responsabilidad en los seis hechos que se le atribuyen. A solicitud de la Unidad Fiscal de Delitos Complejos al mando de Mariana Rivadeneira, la imputada fue condenada a la pena de tres años de prisión de ejecución condicional, como autora penalmente responsable del delito de estafas reiteradas en seis oportunidades. El juez actuante hizo lugar a los términos del acuerdo al que arribaron las partes.
En representación de la UFI la auxiliar Mónica Torchán, oralizó el convenio en su totalidad, y además, solicitó que la mujer cumpla reglas de conducta por el mismo término de la condena, y una reparación económica para las víctimas, valuada en más de $5.000.000.
De acuerdo a la acusación, los hechos fueron cometidos entre 2021 y 2023, cuando la imputada captó a las víctimas con la promesa de armarles una carpeta o legajo que haría ingresar al Instituto Provincial de la Vivienda (IPV), donde tenía conocidos, asegurándoles que en unos pocos meses les haría entregar de una vivienda, recibiendo en contraprestación sumas de dinero, perjudicando patrimonialmente a sus víctimas.