La historia de Nacho González siempre fue contada por su papá. Allá por 2019, José llegó a los medios nacionales para relatar su dolor y pedir ayuda: su hijo de 14 años sufría una leucemia linfoblástica aguda y la única esperanza -dijo entonces- era un tratamiento en los Estados Unidos para el cual era necesario reunir 20 mil dólares.
En aquellos días, José lanzó una colecta a través de las redes sociales. Encontró a mucha gente conmovida con la historia y dispuesta a tenderle una mano. Ya en 2020, en los albores de la pandemia, la enfermedad avanzó con rapidez y, el 10 de junio, Nacho murió sin haber podido emprender el viaje que, como mencionó el papá, era su última esperanza.
José González fue sentenciado este martes a la pena de 3 años y 6 meses de prisión tras una investigación del Ministerio Público Fiscal de Salta, que lo acusó de los delitos de estafa y administración fraudulenta por dos episodios en concurso real. Se trata de un delito excarcelable y el hombre tendrá un régimen de prisión domiciliaria.
El fallo condenatorio fue firmado por el tribunal colegiado a cargo del juez Leonardo Feans, que también condenó a un año de prisión a quien entonces era la pareja de González, al determinar que fue partícipe necesaria del hecho.
“Mamá, no dejes que esto quede así”
La denuncia fue realizada por María Soledad Serrano, ex del imputado y madre de Nacho. “Un mes después de que murió mi hijo me enteré que el señor (González), el mismo día del fallecimiento, días antes y días después, había retirado una suma grande de dinero”, dijo a TN. “Fui a la Justicia porque Nacho me lo pidió. Me entregó su celular y su computadora con las pruebas y me dijo ‘mamá, no dejes que esto quede así’”, aseguró.
La Unidad de Delitos Económicos Complejos (UDEC), a cargo de la fiscal Ana Inés Salinas Odorisio, probó que el 22 de mayo de 2020 José González compró una casa en el barrio Santa Ana I de Salta y realizó la cesión de derechos en favor de su nueva pareja, que a su vez adquirió un auto en los días previos a la muerte del chico, según reveló la investigación.
Soledad, empleada de comercio de 46 años, mantuvo una relación de más de 10 años con el imputado y formaron una familia con cuatro hijos. La mujer describe a su ex como “una persona violenta, impulsiva y agresiva”. Cuenta que sufrió violencia de género, que la primera denuncia la hizo en 2014 y, finalmente, en 2016 se separaron.
Serrano se mantuvo en silencio mediático mientras González estaba al frente de la colecta y pedía ayuda en momentos en que Nacho peleaba por su vida. Tampoco habló cuando, a fines de 2021, la fiscal pidió la detención de su ex al Juzgado de Garantías.
“Yo hacía lo que los médicos me pedían, porque la idea era que Nacho estuviera bien emocionalmente. A mí no me interesaba lo que él publicaba. A mí me interesaba únicamente estar con mi hijo”, dijo la mamá del adolescente.
Las fotos que circularon entonces, muchas de ellas durante las distintas internaciones en Salta y Buenos Aires, muestran a Nacho sonriente junto a su papá.Soledad, sin embargo, expone una versión diferente: “Mi hijo me dio las pruebas de lo que su papá había hecho. Él sabía todo.No quería que su padre lo fuera a ver al hospital”.
Y va más allá: “Este señor (González) dijo que el viaje no se podía hacer por las restricciones por el Covid, pero era mentira:Nacho me comentó que habían ido a la Embajada para hacer los trámites del viaje, y se encontraron con que a su papá no lo dejaban salir al país por las causas (de violencia) que él tiene contra mí. También me contó que ahí mismo el padre dijo que solo él podía viajar, porque supuestamente Nacho no tenía a nadie más. No tenía madre ni nada”.
Soledad dice haber “soportado muchas cosas” en pos de la salud de Nacho. Y sigue: “Mi hijo pasaba por situaciones de estrés porque el padre lo maltrataba y no permitía que se comunicara conmigo, con los hermanos y los familiares que estábamos en Salta. Los médicos del Hospital Posadas me llamaron para decirme que Nacho estaba mal y ahí decidí viajar y llevar a sus hermanos”.
La mamá afirma que en aquellos días de fines de 2019 solía hablar por teléfono con Nacho “después de las 12 de la noche, cuando su papá se iba a la pensión de la Casa de Salta que funciona en el hospital y lo dejaba solo”. Y agrega: “Yo sé lo que sentía Nacho y lo que viví con él.Jamás lo dejé solo, siempre estuve pendiente de él”.
Ya en 2020, González expuso públicamente lo que le habían dicho los médicos: que la primera fase del tratamiento podría realizarse en la Argentina, aunque era necesaria una droga llamada Blinatumomab, de un valor inalcanzable para la familia. Las 56 ampollas costaban $17.000.000.
El papá de Nacho mencionó que, si se obtenían los fondos para las ampollas, la inmunoterapia podría detener la enfermedad y aspirar al trasplante que ya tenía programado.
Qué dijo el padre de Nacho mientras avanzaba la causa
A fines de noviembre de 2021, González se defendió de las acusaciones de su expareja y dio su versión sobre la adquisición de la casa que fue alcanzada por la lupa de la Justicia.
“La realidad es totalmente distinta, Nacho hizo un primer ciclo de ese tratamiento, con una droga de vanguardia, guiado por un médico desde Miami, esto se hizo debido a que no pudimos realizar el viaje. Nacho no pudo realizar ese viaje debido a la pandemia. Yo sigo y lo voy a seguir haciendo hasta que me muera, agradecer a todos los salteños, a todo el país y a mucha gente del mundo porque realmente me ayudó muchísima gente, no solamente monetariamente”, dijo al canal Multivisión Federal.
González argumentó que durante el tiempo en que su hijo transitó la enfermedad él alquilaba y no contaba con una casa que cumpliera con las condiciones de higiene y asépticas recomendadas por los médicos. Según aseguró entonces, se acercó al Instituto Provincial de la Vivienda (IPV), aunque no pudo inscribirse nunca por no tener la custodia definitiva de sus hijos.
En aquel reportaje, González se defendió de la acusación que rodeaba a la compra de la casa y admitió: “Es una gran falencia mía no haber compartido públicamente esa alegría que sentí de haber podido adquirir un lugar para Nacho en su momento”.
También dijo que la vivienda fue comprada por un millón de pesos y que la registró a nombre de Natalia, su actual pareja, por temor a su ex.