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Conocé La Mary. El mágico mundo “oriental” de Susana Giménez como nunca lo viste

Es la preferida de sus casas, donde más tiempo pasa del año, rodeada de sus perros y en pleno contacto con la naturaleza. Allí, lejos del ruido, cumplirá el confinamiento Fuente: HOLA - Crédito: Ricardo Figueredo
Descacharreo

Todos tenemos un lugar en el mundo. También las divas. Brigitte Bardot, por ejemplo, tiene “La Madrague”, su refugio a orillas del Mediterráneo, en Saint Tropez, donde vive con cincuenta animales (entre perros, gatos, ovejas y cabras). Susana Giménez lo construyó de grande, en Uruguay, a su medida. Son diecisiete hectáreas, coronadas por un casco de estilo neocolonial, que bautizó con un nombre de película: “La Mary”, el film que disparó su fantástica carrera. Hacia allá voló el sábado 23 de mayo, con su hermano Patricio Giménez y su perra Rita (por Rita Hayworth, última incorporación a su manada de weimaraner) como únicos acompañantes, agobiada tras sesenta y tres días de encierro, cuando el aislamiento social obligatorio de Buenos Aires ya se había transformado en “la cuarentena más larga del mundo”.

No tuvo problemas para salir del país. Y como siempre que cruza a su casa oriental, alquiló un avión privado. Eligió un Lear Jet 60, con matrícula LV-FVZ, de la empresa Baires Fly, la que utiliza cada vez que vuela a su paraíso. Montevideo la recibió con los brazos abiertos, como a todo residente uruguayo. Porque según consta en el documento librado por la Administración Nacional de Aviación Civil que autorizó el vuelo, tanto la diva como su hermano son “ciudadanos argentinos con residencia en Uruguay”. El trámite, aún fresco, habría sido completado durante la pandemia. Apenas una hora después de su comentado aterrizaje, Susana cruzó el portón de “La Mary”. Y sintió un gran alivio.

Fumigación y Limpieza
Uno de sus pasatiempos en “La Mary” es la jardinería. Además, tiene árboles frutales que cosecha personalmente. Fuente: HOLA – Crédito: Revista Susana
El frente de la casa y su entrada principal Fuente: HOLA

UNA HISTORIA DE AMOR

Susana se enamoró definitivamente de Punta del Este durante su noviazgo con Jorge “Corcho” Rodríguez. Recién empezaban la relación cuando, hace más de veinte años, en 1998, el empresario compró una chacra en la zona de La Barra. La bautizó “Yellow Rose” en honor a su enamorada estrella, fanática de las rosas amarillas. Allí vivieron la mejor etapa de su romance. Se divirtieron refaccionando la casa, que luego Susana decoró a su gusto. Para la gran diva de la televisión fue un período de revelaciones. Si bien tenía a Jazmín, su inseparable yorkshire, descubrió el carácter de los perros weimaraner, raza que luego criaría. También se sorprendió con su repentina habilidad para la jardinería. Al mismo tiempo, supo que necesitaba visitar periódicamente el lugar para desconectarse y cargar pilas. De pronto, Punta del Este se había vuelto imprescindible en su vida.

Movilidad Urbana

Pero el amor con Corcho terminó en 2003. No hubo división de bienes, ya que nunca se casaron. “Yellow Rose” quedó en manos de él, su único propietario. De inmediato, Susana se puso a buscar un lugar adonde desarrollar su propio paraíso. La asesoró Rodríguez. Descartó la idea de comprar en La Barra porque lo consideró demasiado aislado, alejado de los lugares que suele frecuentar. Y así llegó a Rincón del Indio, cercano al corazón urbano de Punta del Este, a la altura de la parada 25 de La Brava. Encontró un predio de diecisiete hectáreas con un bosque frondoso, detrás del club Tennis Ranch. Uno de los primeros en apostar por esta zona, que tiene una ubicación estratégica, había sido el empresario Luis Rusconi, que en 1986 comenzó a construir su imponente casa de piedra, vidrio y metal, a la que finalmente bautizó “La Chacra”.

Fue amor a primera vista. La diva compró el terreno y encargó el proyecto al estudio González Ortiz, que volcó en los planos cada una de sus sugerencias. La obra recién se puso en marcha durante el segundo semestre de 2004. En una breve ceremonia, Susana y el desarrollador Mario Iavecchia colocaron la piedra fundamental. El acto fue inmortalizado con una fotografía que reproducimos en este reportaje. Pese a haber erigido casas y edificios emblemáticos de Punta del Este, el constructor siempre recordará a “La Mary” como “una obra que es otro de nuestros íconos. Un orgullo para nosotros”.

La construcción ocupó todo 2005. Susana supervisó personalmente la obra. En cada viaje a Uruguay la acompañaba su perro Jazmín y un nuevo amor: un joven uruguayo llamado Jorge Rama. Durante ese año, la diva alquiló la casa de Roberto Giordano cerca de allí, en Beverly Hills. Finalmente, estrenó su refugio durante el verano de 2006.

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“La Mary” está ubicada a unas diez cuadras del mar de playa Brava. Ana Soriano, viuda de Luis Rusconi, vendió “La Chacra” y allí proyectan un desarrollo que incluiría departamentos y un hotel. El emprendimiento preocupa a Susana, que teme que la paz de la zona se vea afectada. Fuente: HOLA – Crédito: Ricardo Figueredo
Susana tiene un carro eléctrico de golf (con el logo de “La Mary”) que utiliza para desplazarse por la propiedad e ir hasta el lago, que se encuentra en el extremo norte del predio Fuente: HOLA – Crédito: Revista Susana
La vista de “La Mary” desde un satélite, en Google Earth, ofrece una dimensión exacta de la propiedad atravesada por un bosque frondoso Fuente: HOLA
El acceso principal a “La Mary” Fuente: HOLA – Crédito: Tadeo Jones

LA MARY, POR DENTRO

Desde el aire, incluso a través de Google Earth, se puede apreciar la fabulosa propiedad. Tiene dos entradas y está rodeada por alambrado olímpico y cerco vivo, a prueba de curiosos. En los días siguientes a su inauguración, los paparazzi descubrieron que con sólo trepar a los árboles vecinos obtenían una vista privilegiada de la pileta. Cuando Susana se encontró en las revistas en traje de baño o, directamente, haciendo topless, empezó una cruzada por su intimidad. Primero mandó construir un muro de madera de pino curado para obstaculizar el alcance de los lentes. En los años posteriores siguió elevando el muro. Incluso, durante un tiempo, rodeó su reposera con un biombo cada vez que tomaba sol. Hoy los reporteros reconocen “La Mary” como “un búnker inexpugnable”.

Susana construyó la casa, con pileta y parque, en el centro del predio. En el extremo norte mandó cavar una laguna artificial que luego sembró con carpas. También puso un muelle, donde suele ir a pasear con sus perros, y compró dos botes a pedal para hacer ejercicio.

La casa tiene 1800 metros cubiertos contando los módulos exteriores, y se inscribe dentro de lo que se conoce como estilo neocolonial. Los “pabellones” y las alas simétricas, sus arcos de cuarto punto, las cornisas que decoran el frente, con sus curvas y contracurvas, y las dos torres, tan propias de las iglesias uruguayas, hablan de un revalorización de la arquitectura colonial, tan característica durante la época del Virreinato del Río de la Plata. Su interior es uno de los secretos mejor guardados. Nunca permitió el ingreso de la prensa. En 2013 grabó allí la presentación de su programa, pero las cámaras sólo llegaron hasta el parque: jamás traspasaron la puerta de la casa.

Los privilegiados que conocen su interior cuentan que la entrada da a un gran hall de distribución que abre, hacia la derecha, al ala de huéspedes, al frente, hacia un living con chimenea y, a la izquierda, a un gran comedor y una escalera que da a la planta alta. El ala de huéspedes “comienza” con un estar íntimo y una sala de juegos y se completa con el cuarto donde suele quedarse Mecha, su hija, y otros dos cuartos más que ocupan sus amigas cuando la visitan (originalmente, una de esas habitaciones fue pintada en celeste y reservada “para Mirtha”, según repetía Susana). Un jardín de invierno “media” entre esta ala y el parque, que está presidido, a su vez, por una gran pileta de natación.

El comedor cuenta con una puerta secreta que da acceso a uno de los rincones preferidos por la diva: una cava con paredes de madera que encierra, además, un segundo comedor, mucho más privado. Allí Susana festejó su cumpleaños en 2012, con Mirtha Legrand entre otras figuras, y menú de Donato de Santis. En la planta baja, el ala izquierda se completa con la cocina y el área de servicios.

La planta alta, en tanto, es toda de Susana: allí construyó un cuarto de generosas dimensiones, junto con un baño (hay otros cinco más) y un vestidor que cualquier amante del lujo y la comodidad envidiaría.

Los dos módulos simétricos que custodian la pileta tienen usos distintos. El de la izquierda es un quincho, donde Susana es anfitriona de asados inolvidables, y el de la derecha, un gimnasio, donde la diva hace sus rutinas para mantenerse en forma.

Una imagen de la imponente pileta, donde recibe a sus invitados. Fuente: HOLA
La cava, en el subsuelo de la casa, a la que se accede por una puerta secreta, donde tiene un segundo comedor que usó para festejar su cumpleaños en 2012 Fuente: HOLA
Susana, divertida, pedaleando en la laguna. Fuente: HOLA
Las paredes del living como el comedor principal están pintadas de colorado. Sobre la chimenea hay un retrato de Frida Kahlo Fuente: HOLA

CAÍDA Y LUXACIÓN

La estadía de Susana en “La Mary” empezó con algunos contratiempos. En la madrugada del 29, mientras subía la escalera hacia la planta alta con la pequeña Rita en brazos, tropezó con un escalón y cayó sobre su costado izquierdo. Alertado por los gritos, Patricio llegó a su rescate. Si bien debían cumplir con los catorce días de encierro que se les impone a los recién llegados al país, el intenso dolor que sentía Susana hizo que su hermano menor llamara a una ambulancia.

Ya en el sanatorio Cantegril, constataron que Susana no tenía ninguna fractura, pero sí una luxación en el codo izquierdo. “Una luxación es dolorosísima. Mi hermana lo pasó muy mal. Hasta que le acomodaron el codo pasaron varias horas. Fue horrible, pero ya pasó”, contó Patricio en diálogo con ¡HOLA! Argentina. “Estuvimos toda la noche despiertos. Llegamos al sanatorio y hasta que le hicieron el test [de Covid-19, que dio negativo] y la maniobra para volver a ponerle el hombro en su lugar pasó un rato largo”, agregó el cantante, quien ya estaba en su cuarto cuando su hermana se tropezó. “Me fui a dormir porque no me gustaba la película que estábamos viendo. Susana se quedó y cuando terminó, subió a su cuarto con Rita en un brazo, la cartera en el otro, una campera y un bolso. Andaba con unas pantuflas que son medio resbaladizas y quedó una enganchada en cada escalón. Se ve que al caer puso el codo y se lo luxó. Ahora, cuando mueve el codo, le duele. Por eso tiene que tratar de no moverlo mucho”, ahondó Patricio, aliviado de que lo peor ya haya quedado atrás.

“Salvando este momento, que fue horrible, lo estamos pasando bárbaro juntos. Lo importante es que Susana está animada y bien. Yo la estoy disfrutando mucho. Estaba haciendo la cuarentena solo con Rumba [su perra de 5 años] y estoy feliz de estar acá con ella. Susana es un ser adorable”, concluyó el músico, que durante la cuarentena empezó a dar clases virtuales de canto.

Susana sumó a Rita (por Rita Hayworth), una nueva integrante en su manada de weimaraners, compuesta por Thelma, Kiko y El Negro. Además, tiene un vizsla llamado Beto Fuente: HOLA – Crédito: Marcelo Rodriguez
En su calendario anual, “La Mary” es donde más días pasa. Y dicen que cuando decida su retiro de la televisión, se instalará allí definitivamente. De todas sus casas, es la preferida. Fuente: HOLA – Crédito: Revista Susana

LA TIERRA PROMETIDA

De a poco, Susana va espaciando sus viajes a Miami. Si bien todavía tiene casa allá, en Venetian Island, ya no viaja cada 29 de enero para celebrar su cumpleaños. Su romance con “La Tertulia”, el rancho estilo mexicano (o Santa Fe) que construyó en Rocha, duró menos que un amor de verano y le trajo muchos dolores de cabeza. Su casa de Palermo Chico es perfecta. pero Buenos Aires la agobia. “La Mary”, en cambio, reúne todo lo que Susana necesita. Ya anunció a su íntimos que se va a instalar allí una vez que se retire de la televisión. Ya consiguió la residencia uruguaya, al igual que su gran amigo y consejero Gustavo Yankelevich.

Julio de 2005. “La Mary” en construcción. Susana supervisa la obra con su nuevo novio, el uruguayo Jorge Rama. Seis meses más tarde, en el verano de 2006, inauguraría el lugar Fuente: HOLA
Junto al constructor Mario Iavecchia, el día que colocaron la piedra fundamental del proyecto Fuente: HOLA
El proyecto “La Mary” fue realizado por el estudio estudio González Ortiz. Toda la planta superior es de uso exclusivo de Susana Fuente: HOLA
“Esta obra es otro de nuestros íconos. Un orgullo para nosotros”, dijo el desarrollador Mario Iavecchia, responsable de algunos edificios emblemáticos de Punta del Este Fuente: HOLA – Crédito: Marcelo Rodriguez
Durante sus visitas de 2005, también la acompañaba su perro Jazmín Fuente: HOLA – Crédito: Marcelo Rodríguez
La tapa de la revista ¡Hola! Argentina de esta semana Fuente: HOLA
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