La inexperta legisladora de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires por el Frente de Todos, Ofelia Fernández, fue noticia tan sólo unas semanas atrás, cuando se subió a la polémica grieta interna entre la vicepresidente Cristina Fernández de Kirchner y el primer mandatario, Alberto Fernández. “Tengo más afinidad con Máximo y Cristina”, aseguró, sin lograr sin embargo dar precisiones de la naturaleza de la pelea.
Ofelia Fernández cosechó numerosas críticas por su contradictoria posición frente al capitalismo. Con la falta de experiencia de la juventud a cuestas, la legisladora aseguró que se trata “de un modelo que tiene en el centro a la guita en vez de a las personas. Nos muestran de ahí la cara del éxito, pero ese sistema implica también millones de descartados que sufren, mueren y luchan”.
Las palabras de Fernández se contrastaron en las redes sociales con las fotos que la propia legisladora se saca y publica en sus perfiles. En ellas, se la ve con flamantes notebooks Mac y costosísimos iPhone con los que se toma selfies en los baños de la Legislatura Porteña, posando y “sacando trompita”, como suele estar de moda entre los más chicos.
Días atrás, y luego de criticar, una vez más, las pegajosas y entramadas redes del capitalismo, Ofelia decidió publicar una nueva selfie en el baño junto a su nuevo iPhone 13, cuyo costo de mercado supera los 310 mil pesos. El aparato, que cuenta con 128 GB y es apodado “midnight”, es una de las versiones más modernas del reconocido teléfono, ícono del capitalismo norteamericano.
Ofelia Fernández asumió en la Legislatura Porteña de la mano de Máximo Kirchner tras hacerse conocida a través de frases célebres como “la burguesía me seca la concha” y “en el Partido Justicialista no les cae bien una piba sin pija”, cuando aun no tenía trabajo, vivía en la casa de sus padres y su mamá le pagaba la obra social.