Los resultados de las elecciones primarias nacionales que tuvieron lugar ayer dejaron en Tucumán un claro ganador: se trata del gobernador Juan Manzur. Y es que el actual mandatario provincial logró imponerse a su vicegobernador, Osvaldo Jaldo, por medio de un resultado contundente arrojado por las urnas. De esta manera, quedó finiquitado el enfrentamiento interno en el peronismo local.
Claramente y con el resultado consumado, está claro que al titular de la Legislatura provincial le jugó una mala pasada su ansiedad por asegurarse ser el sucesor de Juan Manzur, tanto como conductor del peronismo en Tucumán y su sucesor en la gobernación. De aquí en adelante, Osvaldo Jaldo tendrá un programa político bastante complicado, algo que no se reduce solamente a sus aspiraciones políticas.
Y es que la posibilidad de que a partir de este lunes comience a perder apoyos en la Legislatura comienza a ser cada vez más probable. Es por ello que en el jaldismo comienza a preocupar el eventual pase de legisladores hacia el manzurismo. Esto dejaría todavía más debilitado al espacio que aspiraba fortalecer Osvaldo Jaldo de cara al 2023, momento en el cual se debe elegir a un nuevo gobernador.
Sin embargo, por las primeras declaraciones vertidas ayer domingo por parte del propio vicegobernador, no pareciera haber entendido que el pueblo soberano de la provincia dio su veredicto en las urnas. Esto se debe a que Osvaldo Jaldo manifestó que los votos logrados demostrarían supuestamente que su espacio se convirtió en la segunda fuerza más votada en Tucumán.
El problema es que su espacio en realidad no conforma una segunda fuerza, ya que apenas es una corriente interna del peronismo local. Salvo que el inconsciente lo haya traicionado a la hora de realizar estas declaraciones y el vicegobernador esté dispuesto a convertirse en un opositor al gobierno provincial de Juan Manzur, a pesar de que él mismo integra la fórmula que encabeza el Poder Ejecutivo.
Pero, además, con esta actitud le estaría dando la razón al propio gobernador cuando manifestó que Osvaldo Jaldo pasaba a formar parte de la oposición en Tucumán a partir de haber planteado su desafío a quien encarna la cabeza visible del Poder Ejecutivo en la provincia. Con el agravante de que Juan Manzur también es el presidente del Partido Justicialista a nivel local, pero esto no es todo.
Y es que, luego de lo que fue la catastrófica derrota del peronismo a nivel nacional, Juan Manzur es uno de los pocos dirigentes del PJ que lograron salvarse del naufragio electoral que tuvo lugar este domingo. Por lo tanto, el presidente Alberto Fernández se apoyará todavía más en el gobernador de Tucumán a la hora de intentar revertir el resultado en las elecciones generales de noviembre, dejando de lado todavía más a Osvaldo Jaldo.
