En un estado de alerta máxima, Alberto Fernández logró hoy el apoyo de los gobernadores para pasar a un esquema mucho más duro de restricciones a la circulación. El Presidente, tras advertir que se trata “del peor momento de la pandemia”, cosechó consenso político para avanzar con medidas más estrictas e inmediatamente se puso a estudiar con sus colaboradores la imposición de un fuerte confinamiento, por nueve días, hasta fin de mes.
La opción más fuerte que está sobre la mesa es no suspender el feriado del lunes (como se había anunciado), para que solo queden afectados tres días hábiles por las restricciones. La resolución final se comunicará esta noche con un mensaje grabado, probablemente en el Museo del Bicentenario de la Casa Rosada.
“Percibimos un clima de cierre entre los gobernadores”, dijo a LA NACION un alto funcionario nacional sobre la recepción que encontraron durante la reunión con los mandatarios. “Y Larreta también quiere coordinar”, agregó.
Cerca de un gobernador del interior del país señalaron a este medio: “Alberto le pidió a todos los gobernadores que lo acompañen con un decreto por nueve días. Todos, incluso los de provincias opositoras, dijeron que iban a acompañar. También prometió que iban a llegar más vacunas en breve. Van a adherir todas, incluso la Ciudad”.
Cambio de planes
El “plan A” que hasta ayer manejaba el Gobierno era prorrogar el DNU actual, que fija una serie de medidas de mínima, para que luego los mandatarios provinciales avanzaran con restricciones adicionales en sus provincias. El Presidente quería que fueran los mandatarios provinciales los que vayan a fondo con medidas y el control en sus territorios.
Hoy Fernández les pidió a los mandatarios “hacer cumplir el DNU ” y analizar “qué más pueden hacer” para detener la circulación del virus. “No podemos dejar crecer más los casos, sino no hay sistema de salud que aguante”, transmitió el jefe de estado en el Zoom. Tuvo buena recepción.
Con el consenso político de las provincias, Fernández comenzó entonces a evaluar que las nuevas medidas quedaran por escrito en el DNU nacional y que las restricciones pasen por su propia lapicera.
El Presidente trabajó durante la tarde con su jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, y con la secretaria Legal y Técnica, Vilma Ibarra, para tomar las resoluciones finales, que se comunicarán oficialmente hoy a la noche.
Hasta ahora, el DNU tomaba como referencia tres indicadores: aumento de los contagios en los últimos 14 días (razón), cantidad de casos sobre la población (incidencia) y ocupación de las camas de terapia intensiva. Así, divide al país en cuatro grupos -bajo, medio y alto riesgo y alarma epidemiológica- con distinto nivel de restricciones.
En las regiones en “alarma”, está prohibida la circulación a partir de las 20 y suspendidas las clases presenciales, entre otras medidas. Pero en el intercambio con los especialistas, ayer, los expertos plantearon al Presidente que se asiste a un escenario “muy complejo”, ya que hay “mucha diseminación de variantes de alta transmisibilidad” y una mortalidad preocupante. Pidieron ir a fondo, terminar con la atención en los locales gastronómicos, cerrar comercios no esenciales y sostener la virtualidad educativa.
Respuesta de los gobernadores
Anoche, Fernández había mantenido una reunión virtual con 12 gobernadores del país. Hoy completó el esquema con otras 11 provincias y la Ciudad. Estuvieron conectados el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta y los gobernadores Axel Kicillof (Buenos Aires), Mariano Arcioni (Chubut), Sergio Ziliotto (La Pampa), Rodolfo Suarez (Mendoza), Omar Gutiérrez (Neuquén), Arabela Carreras (Río Negro), Sergio Uñac (San Juan), Alberto Rodriguez Saá (San Luis), Alicia Kirchner (Santa Cruz), Gustavo Melella (Tierra Del Fuego), y el vicegobernador de Córdoba, Manuel Calvo.
Hoy, Kicillof brindó pleno respaldo a las palabras de Fernández. Se mostró predispuesto a “respetar las decisiones del Presidente” y consideró que “gracias a las medidas que se tomaron anticipadamente desde Nación se evitó una catástrofe sanitaria”.
Rodríguez Larreta también transmitió su preocupación por la situación actual y sentenció: “Vamos a coordinar esfuerzos con Nación y coincidimos en que hay que poner más restricciones. Mostrarnos juntos es un muy buen mensaje”. El jefe de gobierno porteño pidió ser lo más restrictivo posible en el uso del transporte, controlar más a los locales gastronómicos y poner el foco en los encuentros sociales y en los espacios públicos. “Hay que eliminar las reuniones sociales puertas adentro”, dijo el alcalde porteño.
El resto de los gobernadores coincidió en la necesidad de medidas más estrictas. “La mayoría amplia de los gobernadores adhiere a la suspensión de las clases”, aseguraron fuentes oficiales. “Manifestaron que hay que tomar la decisión de un cierre más importante, que no hay otra solución y reducir al máximo la presencialidad educativa”, agregaron.