Una publicación realizada por la Universidad de Oxford que lleva registros de casos de coronavirus a nivel mundial decidió eliminar a la Argentina de sus bases de datos. El motivo: según argumentan, las cifras de testeos exhibidas por el Gobierno nacional no son las reales.
Se trata de OurWorldInData, cuyo gerente de gestión de datos, Edouard Mathieu, explicó vía Twitter que los números oficiales “no tienen la calidad suficiente para reflejar correctamente la magnitud de los testeos”.
De acuerdo con el directivo, “muchas pruebas negativas no están siendo registradas en varias provincias, incluidas algunas grandes como Santa Fe y Córdoba. Esto sesga la tasa positiva hacia arriba, hasta un asombroso 75% en la actualidad”.
En su argumentación, Mathieu reposó en en una nota publicada por Clarín, donde se informó que muchos casos negativos de COVID-19 no se cuentan y eso dispara la tasa de positividad, que refleja la cantidad de casos confirmados sobre el total de testeados.
Los cuestionamientos se dirigen al Sistema Integrado de Información Sanitaria Argentino (SISA), cuyos registros difieren notoriamente de las bases de datos de los Ministerios de Salud de cada distrito
Según el informe, publicado el 1 de octubre, Córdoba registraba hace algunas semanas un índice de positividad del 87%, según el SISA. Sin embargo, los funcionarios locales afirmaban que era de un 18%. En Santiago del Estero, en tanto, el SISA declaró una positividad del 88% al mismo tiempo que desde la Provincia aseguraban que alcanzaba el 27%. Y en San Juan, donde la base de datos oficial del Gobierno reflejaba un índice del 90%, en la Provincia decían que apenas llegaba al 11%.
“El gobierno de Argentina anunció hace unos días que implementaría un nuevo sistema para asegurarse de que todas las pruebas se registran correctamente en todas las provincias. Sin embargo, no está claro si esto también corregirá los datos históricos retrospectivamente”, agregó Mathieu en un hilo en Twitter.
[su_note note_color=”#0A8C06″ text_color=”#ffffff” radius=”10″ class=””]”Muchos negativos no están siendo registrados en varias provincias, incluidas algunas grandes como Santa Fe y Córdoba. Eso sesga la tasa positiva”, Edouard Mathieu, Universidad de Oxford[/su_note]
En cuanto al divorcio entre los índices de positividad del SISA y el de los gobiernos provinciales, el directivo de la Universidad de Oxford profundizó: “Lamentablemente, esto no significa que la situación del COVID-19 no sea mala en Argentina, sí que lo es. Al principio le fue un poco mejor que a algunos de sus vecinos (aunque mucho peor que a otros), pero ahora se está “poniendo al día” con el terrible número de muertos en Bolivia, Chile y Brasil”.
“Como explicamos en nuestro sitio, las pruebas son nuestra ventana a la pandemia y cómo se está propagando. Esperamos que los datos corregidos para Argentina se publiquen muy pronto, en cuyo caso los incluiremos nuevamente en nuestro conjunto de datos”, concluyó Mathieu.
Dudas y polémica
Los interrogantes en torno a los datos oficiales sobre la situación sanitaria se dispararon hace un mes. E incluso provocaron un desencuentro entre el ministro de Salud de la Nación, Ginés González García, y su par de la provincia de Buenos Aires, Daniel Gollán.
“Nadie esconde nada”, aseguró semanas atrás el ministro de Salud de la Nación. Destacó entonces que había “transparencia” en los datos difundidos en los reportes. Y precisó que “en los casos de COVID-19 que no fueron categorizados como tales, se hace una revisión y se los recategoriza”.
Gollan, por su lado, explicó entonces que el SISA toma los casos confirmados, que deben ser cargados por los centros de salud. Dijo que hay “miles y miles de clínicas y sanatorios” que tienen que transmitir esta información y que no priorizan esta función durante la pandemia.
“La carga de datos no es una actividad prioritaria para el que está todo el día en el frente de batalla contra la enfermedad”, remarcó el funcionario bonaerense. Aclaró que esto pasa “en todo el mundo” y que en el caso de España el atraso es de entre el 40% y el 50%. Y concluyó: “No se va a perder un solo dato”.