Mientras esperan los resultados de distintas medidas en curso que les permitan tener mayores certezas, los investigadores del crimen de Mariano Barbieri, el ingeniero civil de 42 años asesinado anoche en una de las zonas más exclusivas y costosas del barrio porteño de Palermo, trabajan en recolectar datos, unir piezas que se suman al expediente y elaborar una reconstrucción de los hechos.
El caso se reportó a las 22.45 de ayer. Personal de la Comisaría Vecinal 14 C de la Policía de la Ciudad se trasladó hasta la avenida del Libertador y Lafinur tras un llamado al 911. Al llegar, los oficiales hallaron a Barbieri tendido en el piso de una heladería y con una herida en el pecho. La víctima les alcanzó a contar a los policías que lo habían atacado con un cuchillo para robarle el teléfono celular.
Las imágenes de una cámara de seguridad instalada en el interior de la heladería muestran el momento en el que Barbieri, que residía en Beccar y era padre de un bebé de dos meses, ingresó al comercio, se acercó al mostrador y se desplomó sobre el suelo con evidentes signos de dolor. “Llegó a decir su nombre, Mariano, y su Instagram. Estaba consciente. No me quiero morir decía”, relató un testigo.
La investigación está a cargo del fiscal Marcelo Munilla Lacasa, de la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional N°36 y esta mañana pudo haber tenido un aporte clave de parte de un periodista que, mientras realizaba un móvil en la zona del crimen, halló un arma blanca con sangre, y una malla de color blanco que, a primera vista, también exhibía lo que podrían ser manchas hemáticas.
Agentes de la Policía de la Ciudad establecieron un perímetro con conos y cintas para resguardar la escena. Luego, junto a un can especializado recorrieron la Plaza Sicilia con el fin de determinar el trayecto que pudo haber hecho Barbieri antes de ingresar, herido, a la heladería de Avenida Del Libertador y Lafinur en la que pidió auxilio como así también el lugar dónde ocurrió el crimen.
El procedimiento arrojó que el ingeniero corrió al menos 300 metros para escapar luego de haber sido atacado. El animal olfateó la ropa de Barbieri y así logró guiar a los policías por un trayecto de por lo menos tres cuadras desde la heladería en dirección al parque, pasando cerca del Jardín Japonés. El recorrido del can finalizó en el cruce de las calles Adolfo Berro -paralela a Figueroa Alcorta- y Sarmiento, donde marcó una frazada y una mochila que serán peritadas para saber si tienen relación con el caso.
En el marco del operativo, además, fueron secuestrados un short de color gris y un tapaboca. Todos los elementos secuestrados —incluyendo el cuchillo encontrado y ropa de la víctima— fueron enviados al laboratorio de Policía Científica y serán peritados “para determinar la presencia de tejido hemático humano”, precisaron fuentes de la investigación a este medio. También, para dar con posibles “rastros papilares”.
Hasta el momento no hay sospechosos identificados. A partir de lo aportado por un testigo en una comunicación al 911, la primera hipótesis es que el atacante habría sido uno. Así lo deslizó la secretaría de Seguridad de la Ciudad, Elizabeth Caamaño: “Por lo que se sabe del llamado telefónico, parecería, en principio, que es una persona, o sea, que no era como una banda o una cantidad de personas”.
El comisario mayor Miguel Ángel Fornaro, jefe de la Superintendencia de Investigaciones, dio algunas precisiones más sobre la huida de ese presunto atacante: “La persona que realiza el llamado ubica al agresor en Berro y Casares, atrás del Jardín Japonés. Esta persona dice que lo ve y que el agredido se dirige hacia avenida del Libertador”.
En este marco, desde la investigación señalaron que reconstrucción del camino tomado por Barbieri no solo tenía como objetivo saber cómo fueron sus últimos pasos, sino también porque es probable que el asesino -con quien él tomó contacto- haya realizado el mismo trayecto.
En la investigación, sin embargo, todavía no se descarta la participación de más de un asaltante. Fuentes del caso mantuvieron cautela ante la consulta de Infobae e indicaron: “Todavía no podemos decir si fue un agresor o fueron más. Tampoco si el cuchillo con sangre secuestrado fue el utilizado en el homicidio. Además, no sabemos si esa sangre es, primero, humana y, segundo, si corresponde a la víctima”.
Barbieri murió en el Hospital Fernández. El titular del SAME, doctor Alberto Crescenti, lamentó que la herida se haya producido en el corazón, lo cual fue determinante para que los médicos no pudieran salvar a la víctima. “Entró derecho a la aurícula. Fue un puntazo directo”, precisó.
Hacia esta tarde se aguardaban los resultados preliminares de la autopsia que permitirán conocer si en el cuerpo del ingeniero se halló alguna otra herida o lesiones defensivas.
Mientras tanto, los investigadores continúan trabajando para tratar de obtener alguna pista mediante el análisis de las filmaciones de cámaras ubicadas en los alrededores del parque donde habría ocurrido el ataque, ya que allí mismo no las hay.