Uno de los jóvenes detenidos por su presunta participación en el homicidio de Tomás Tello, el joven de 18 años asesinado en la ciudad balnearia de Santa Teresita, intentó suicidarse en el penal de Dolores, donde está alojado. Fueron agentes del personal penitenciario quienes se percataron que el detenido trataba de ahorcarse con una prenda de vestir en el sector de las duchas y lo rescataron.
“Federico Gonzalo Brandon se quiso ahorcar en el sector de duchas y lo salvaron los agentes penitenciarios. Está fuera de peligro. Será trasladado a la Unidad 34 de Melchor Romero del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB), que es un instituto neuropsiquiátrico de seguridad”, informaron a LA NACION fuentes oficiales.
Se trata de la misma cárcel donde estuvieron alojados los ocho jóvenes condenados por el homicidio de Fernando Báez Sosa, antes de ser trasladados a la alcaidía Roberto Pettinato de La Plata.
Brandon, de 22 años, es uno de los sospechosos de haber atacado a Tello, junto a otros nueve detenidos, a las 7.10 del 1 de enero en la ciudad balnearia de Santa Teresita. De acuerdo a la reconstrucción a partir de testigos y del registro de las cámaras de seguridad, el joven de 18 años fue amenazado con un arma blanca y perseguido por la patota de hombres. Cuando lo alcanzaron, los atacantes se turnaron para pegarle patadas y puñetazos en la cabeza y otras partes del cuerpo. Por último, lo apuñalaron en el corazón y murió.
La autopsia determinó que Tello “sufrió una herida punzocortante en la línea media del tórax con laceración de la aurícula derecha, lo que provocó un taponamiento cardíaco y le causó la muerte”.
Según la imputación del representante del Ministerio Público, el fiscal Pablo Gamaleri, el autor de la puñalada mortal habría sido Damián Kopelian, de 21 años y conocido como “Kope”.
El ataque, según la reconstrucción hecha por el fiscal, comenzó en la zona de la playa, a la altura de la avenida Costanera y la calle 38, y fue protagonizado por Kopelian, Brandon, Roberto Nicolás de Jesús Ochoa y Carlos Amestoy.
Los agresores “urdieron un plan de antemano con el fin de dar muerte a Tello” y tuvieron la “colaboración de Avedis Aram Kopelian [padre del sindicado autor material], Darío Espinosa y Aram Kopelian”, según sostuvo Gamaleri.
Tello intentó escapar, fue perseguido durante seis cuadras hasta que lo acorralaron en el porche de ingreso de una vivienda sobre la calle 44 al 100. El ataque, según el representante del Ministerio Público Fiscal, “estuvo motivado en una disputa previa” ocurrida el 23 de diciembre, en medio de una fiesta organizada por Tello en la casa de su abuela.
La declaración de uno de los sospechosos
Uno de los sospechosos, cuya identidad no se difunde porque es uno de los dos menores involucrados en el homicidio, tras quebrarse decidió el jueves declarar ante la fiscal del fuero penal de Dolores Mónica Ferré.
“A partir de las filmaciones incorporadas al expediente, el adolescente imputado ubicó con claridad al joven apodado como “El Kope” y a su padre, Avedis Arma Kopelian [un ciudadano uruguayo de 57 años], en la escena del ataque a la víctima”, explicaron los voceros consultados. “Cuando le estaban por comunicar la decisión de dictar la prisión preventiva, se puso a llorar y pidió declarar”, sostuvo a LA NACION una fuente al tanto de la causa.
La jueza de Garantías del Fuero Penal Juvenil de Dolores, María Fernanda Hachman, dictó la prisión preventiva por 45 días de los dos menores imputados, que fueron acusados de partícipes secundarios del crimen.
Además, la Justicia dispuso para el lunes próximo a las 9 una rueda de reconocimiento para “determinar la actividad específica en el hecho” que tuvieron los menores.
Por su parte, el último detenido por el homicidio, Roberto Cejas, de 29 años, negó haber participado en el crimen de Tello. “Yo en ningún momento le hice nada, era mi amigo. No sé por qué estoy detenido, yo no tuve nada que ver”, sostuvo el joven, acusado de ser “partícipe necesario”, en declaraciones con el canal de noticias TN.
Cejas dio su versión de los hechos en una entrevista telefónica que realizó desde el penal de Dolores y señaló haber defendido al joven asesinado. “Yo ese día estaba en la playa, estaba con Tomás, que era mi amigo. Empezó la pelea ahí, se empezaron a pelear entre ellos, nosotros lo defendimos”, contó.
Luego, cerró: “Él vino con otro pibe amigo de él a saludarnos como siempre. Con Tomi salíamos a la joda [sic], pero se empezaron a pelear. Se ve que se tenían bronca, empiezan todos a los botellazos”.
