La vicepresidenta Cristina Kirchner reapareció en público junto al gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof. Lo acompañó en la inauguración del nuevo edificio del Hospital de Niños Sor María Ludovica, de La Plata, con críticas a la oposición y a los medios. Por primera vez, la vicepresidenta le dedicó un discurso a la pandemia y anunció: “Vamos a vacunar a todos los argentinos”.
Cristina Kirchner exhortó a la gente a vacunarse y a respetar las restricciones dispuestas por el Gobierno. “Libertad para mí y que se joda el resto no es verdadera libertad”, afirmó. Y en un mensaje destinado a la oposición, dijo: “Por favor, dejemos la pandemia fuera de la disputa política”.
“Contribuyamos a que la gente se quiera vacunar”, pidió la vicepresidenta, que culpó a los medios de desinformar. “Pido, en nombre de tanta gente que tal vez no se vacunó por miedo y hoy no esta y sus familiares la lloran, de los trabajadores de la salud, que dejemos la vacuna y la pandemia afuera de la disputa política”, remarcó. El gobierno de la provincia de Buenos Aires, con el propósito de fomentar la vacunación de quienes no se inscribieron para ser inoculados, habilitó el fin de semana la “vacunación libre” de todos los mayores de 60 años.
Con Kicillof a su lado, Cristina Kirchner volvió a cargar contra un viejo enemigo: Clarín. En un pasaje de su discurso hizo alusión a una publicación del diario italiano Corriere della Sera y dijo: “El Corriere es tan importante como el Clarín; me corrijo: como el Clarín no hay nada en ninguna parte del mundo. El grado de repetición al unísono que tiene una noticia publicada en el gran diario argentino no existe en ninguna parte del mundo, porque en otras partes del mundo hay legislación que impide ese grado de concentración mediática”.
Sin embargo, casi toda su intervención estuvo dedicada a la pandemia, “Hay que buscar soluciones, no discusiones”, insistió. Dijo que había que repensar el sistema de salud -algo que postula desde hace meses- y sostuvo que hoy “las prepagas no saben dónde colocar a la gente”. “Lo peor que nos puede pasar es negarnos a discutir la realidad”, dijo.
Minutos antes, el gobernador había cuestionado a Juntos por el Cambio. “Vinimos a terminar las asignaturas pendientes [de Macri y Vidal]”, dijo Kicillof. “[La obra] se planeó en 2010, se inició en 2017 y se dejó de garpe el 11 de agosto de 2019. Se neutralizó la obra, esas palabras que se inventan cuando hay marketing y ocultamiento”, disparó Kicillof, parado junto a la vicepresidenta con el hospital Sor María Ludovica de fondo.
La expresidenta recordó que concurría a ese hospital platense en su infancia y trajo a colación el momento en que se vacunaba contra la poliomielitis, en una comparación con la disputa actual por las vacunas. “A este hospital venía cuando era chica, acá me vacunaron con la Sabin oral. En el 56 hubo una epidemia de poliomielitis y había que vacunarse. Durante toda la década del 60, en la escuela se vacunaba. Fue después del derrocamiento de Perón. Se imaginan la grieta que había en el país”, subrayó para resaltar que la división política no es el problema central de la actualidad.
“No se podía cantar la marcha peronista, no se podía decir Perón ni Evita porque estaba prohibido por ley ¿Se imaginan si había que luchar por las libertades, pero no de enfermarme, por las libertades en serio, de votar? En mi casa, que éramos mayoría peronista salvo mi viejo, nunca se nos ocurrió decir ‘no me voy a vacunar con la Sabin oral porque no está Perón y no me dejan votar’. Hay cosas que escapan a la grieta, que son producto de la irracionalidad, que no es patrimonio únicamente de la Argentina”, señaló.
Además de Cristina Kirchner y Kicillof, participaron de la inauguración la vicegobernadora Verónica Magario y el ministro de Salud, Daniel Gollán.
Kicillof es un acompañante que elige con mucha frecuencia la vicepresidenta. Hace poco más de un mes, estuvo con él en Ensenada, en un acto que sirvió como foto de unidad con Alberto Fernández y Sergio Massa.
El 24 de marzo, Cristina se mostró con Kicillof en Las Flores, en un acto en el que subrayó que el país no tiene dinero para pagar su deuda con el FMI. Esas declaraciones se habían dado en paralelo a un viaje del ministro de Economía, Martín Guzmán, a Washington, para intentar un entendimiento.
Cristina también estuvo con Kicillof el año pasado, en el Estadio Único de La Plata, cuando reclamó que los funcionarios que “no se animan” debían “buscar otro laburo”. En ese acto se otra foto de unidad con Fernández y Massa.