Cristina Kirchner quedó disconforme con el pronunciamiento. Gusto a poco. Para Alberto Fernández, en cambio, habría sido “lapidario”. Guzmán y otras voces oficiales lo calificaron de “tímido”. Coro desafinado. La dama hubiera pretendido la crucifixión pública del ex presidente para endilgarle una responsabilidad política que al kirchnerismo le empezaría a fracasar en otro plano, ligado al Poder Judicial. Causas en las cuales se ve embretado Macri.
La vicepresidenta se exaltó con ironía por el fallo de la Cámara Federal que despegó al ex presidente como parte de una “asociación ilícita” que se dedicaba al espionaje de políticos, sindicalistas, jueces y empresarios. Fue por los votos de Mariano Llorens, impugnado por los K por visitar a Macri en Olivos, y Pablo Bertuzzi, llevado a esa Cámara sin concurso previo. Hubo para la vice otra novedad ingrata.
Los jueces de Casación Guillermo Yacobucci, Javier Carbajo y Eduardo Riggi decidieron que la Justicia de Dolores no es competente para investigar el caso de extorsión y espionaje por el que fue elevado a juicio el ex espía Marcelo D’Alessio y procesado Carlos Stornelli. El fiscal de los cuadernos de las coimas. El expediente deberá tramitarse en Comodoro Py. Consecuencia: la causa contra Macri por supuesto espionaje contra los familiares del submarino ARA San Juan tendría un desenlace similar.
La impugnación de la vicepresidenta a los jueces Llorens y Bertuzzi por el fallo que benefició a Macri repone una dificultad general que asoma por el momento insoluble, el Poder Judicial bajo sospecha. La objeción de cada fallo según sea su impulsor. La equiparación de responsabilidades entre quien delinque y quien no lo hace. La frontera difusa entre aquello que está bien y está mal. El campo propicio para la impunidad.
Un gravísimo déficit institucional y vertebral para una nación que, como la Argentina, está obligada a rehacerse desde la base. La vicepresidenta posee una innegable destreza para empardar situaciones que, a golpe de vista, no parecen serlas. Subraya el favoritismo de jueces con Macri. En instancias preliminares de todas las causas. Omite provechos recibidos por ella en situaciones mucho más avanzadas. Sin antecedentes en procesos penales.
Tres sobreseimientos en siete meses que anularon causas (dólar a futuro, Memorándum de Entendimiento con Irán, Los Sauces-Hotesur) en los umbrales de juicios orales y públicos. Nada resulta suficiente. Cristina Kirchner sigue preocupada por el caso de los cuadernos de las coimas y el trámite que resta todavía a Los Sauces-Hotesur. Sospecha de lavado de dinero. El fiscal Diego Velasco apeló el sobreseimiento que, con fallo dividido, hizo el Tribunal Oral Federal 5.
Toca ahora intervenir al fiscal de Cámara. Se trata de Mario Villar. Si da curso a la apelación –cosa factible– intervendrá la Sala I de la Cámara de Casación donde desconfía de Diego Barroetaveña y Daniel Petrone. Las dificultades estarían incluso más arriba en la pirámide de la Justicia. Antes o después, esos pleitos llegarán a la Corte Suprema. Se comprende, entonces, el interés renovado del Gobierno y del kirchnerismo de avanzar sobre la Corte Suprema.