Que Tucumán es una tierra de excepciones a la regla es algo que todo el mundo tiene claro. Y la Capital no le pierde el paso cuando se observa su microcentro. Y es que peor momento no podría haber elegido la administración del intendente Germán Alfaro para llevar a cabo remodelaciones, teniendo en cuenta la cantidad de personas que ingresan y circulan por el centro en el marco de las fiestas de fin de año.
En ese sentido, resulta inadmisible que las obras que están llevando a cabo en la capital de parte de la municipalidad continúen como si nada pasara, como si las calles no estuvieran inundadas de gente y de vehículos que buscan hacer las compras de todos los años previo a Navidad. Justo en este momento es que se le ocurre a la municipalidad avanzar con las obras en las calles que rodean la plaza Independencia o en la concurrida calle 25 de Mayo.
Que estas obras tengan lugar en la última semana del año, justo para las fiestas y a sabiendas de la gran concurrencia de gente que concentra el microcentro, tiene como responsable material al secretario de Obras Públicas de la municipalidad de San Miguel de Tucumán, Alfredo Toscano. A este individuo se le ocurre generar semejante entorpecimiento vehicular, en una fecha tan complicada como esta.
Pero claro, obviamente Toscano no hace esto, ni nada, sin la autorización del intendente municipal, German Alfaro. Ahora bien, cabe preguntarse ¿Quién es Alfredo Toscano? Se trata de un funcionario del Partido por la Justicia Social (PJS), que viene ocupando cargos electivos desde el 2011, año en el que fue electo legislador y estuvo ocupando una banca durante 8 años como representante del pueblo en la Legislatura provincial.
A pesar de que estuvo en la Cámara legislativa durante casi una década, no tuvo una trayectoria prolífica en cuanto a la presentación de proyectos de ley. Y es que durante ese periodo, 96 meses, presentó un total de 43 proyectos de su autoría. Aquí detallamos la cantidad de proyectos presentados por año: en el año 2011 presentó “0” proyectos, en el 2012 “2”, 2013 “1”, 2014 “1”, 2015 “2”, 2016 “12”, 2017 “6”, 2018 “12” y 2019 “7”. Esto demuestra que Alfredo Toscano fue un parlamentario que le salió demasiado caro a la provincia.
Y es que su paso por la Legislatura fue sin pena ni gloria realmente, ya que pareciera que fue puesto en la lista para ser elegido como legislador como parte de un regalo a su lealtad para con Germán Alfaro, antes que por su intención de representar a parte de la ciudadanía. Para colmo, no concluye ahí su derrotero por el Poder Legislativo, ya que luego probó suerte en el Concejo Deliberante de San Miguel de Tucumán.
En el año 2019, llega de la mano de Germán Alfaro a la banca de concejal por la capital, donde también continuó sin dar la talla y sin estar a la altura de las circunstancias. Para colmo, durante el presente año, tampoco habría tenido mucha participación en el cuerpo deliberativo por razones de la pandemia. Fue entonces que no tuvo mejor idea Alfaro que llevar a este iluminado funcionario a ocupar un cargo en el ejecutivo municipal, nada menos, que el de la importancia de Obras Públicas.
Justamente, se trata de una cartera que maneja muchos “millones de pesos”, y en política se sabe que las obras públicas son el escenario predilecto por muchos funcionarios, justamente por el gran manejo de dineros. En ese sentido, desde su llegada, Toscano no para de romper el microcentro, que cada dos por tres conforma un panorama plagado de arreglos que la sociedad desconoce si son verdaderamente necesarios o no.
Ahora bien, ¿Qué es lo que une a Alfaro con este funcionario?. Porque si nos guiamos por su trayectoria, no sacamos nada que conforme una respuesta mediana siquiera. Toscano se hizo “famoso”, no por su trayectoria en la política, sino cuando habría fingido que le tirotearon el auto para amenazarlo, antes de las elecciones del 2015. El ataque, según relató el parlamentario, cuando su chofer iba a buscarlo a su casa de country para trasladarlo a la sede de la Legislatura.
En aquella oportunidad, Toscano dijo que desconocidos, que viajaban en un auto Volswagen Gol oscuro y en una moto, persiguieron a su colaborador y efectuaron varios disparos con un arma calibre 22 mm, tras lo cual lo obligaron a descender de la camioneta y lo golpearon. Antes de escapar, según dijo, los sospechosos dejaron pegado en el vidrio del vehículo un cartel con un inquietante mensaje intimidatorio que decía: “Los vamos a matar, traidores amayistas”.
Sin embargo, el chofer del legislador Toscano, Rolando Díaz, pasó de víctima a estar imputado tras ser acusado de falso testimonio por la fiscal Adriana Giannoni, por lo que la causa quedó sustentada en un posible autoatentado. “Los impactos no perforaron la chapa del lado izquierdo del vehículo ni el parabrisas. Tampoco se encontraron casquillos ni pólvora en los orificios del vehículo siniestrado”, sostuvo Gianonni.
De este análisis se desprende la posibilidad de que hayan sido provocados con un “rifle de aire comprimido o algún otro elemento a base de gas”, agregó la fiscal, quien sustentó su imputación, entre otros elementos, en un informe técnico balístico realizado por Criminalística que demostró que los impactos en la camioneta Renault Sandero no fueron provocados por armas de fuego tal como originalmente había aseverado Díaz en su denuncia.
Otro de los elementos que ayudarían a desestimar la hipótesis del atentado, se basa en la conclusión pericial de que los orificios fueron hechos con el vehículo en reposo. Por las características circulares del impacto, el informe determinó que se produjeron de frente. “Si el impacto se da en movimiento los orificios estarían orientados hacia algún lado”, agregó la letrada. En estos entuertos se ve envuelto Alfredo Toscano.
Es decir, un hombre de la política capitalina que encarna el papel de un funcionario, hoy mantiene un caos la ciudad y “contento” a Germán Alfaro.
A su vez, al funcionario Alfredo Toscano lo tiene sin cuidado, la incomodidad y el entorpecimiento, que le causa a los ciudadanos las “obras” que lleva a cabo. Lo único que parecería importarle es manejar la cartera que le puso millones de pesos a su disposición de parte del intendente de la Capital.
¿Hasta cuándo el estado seguirá gastando millones de pesos en funcionarios que ni siquiera pasarían una prueba de idoneidad?
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