Corría febrero de este año cuando un cruce entre Roberto Cachanosky y Pino Solanas reavivó la cuestión del elevado costo de la política para las alicaídas arcas estatales.
Ambos debatían sobre la crisis económica y las más de 21 millones de personas que reciben algún tipo de asistencia del Estado, Solanas responsabilizó por esa cifra a los “modelos neoliberales” que destruyeron el país y la respuesta de Cachanosky no se hizo esperar. “El amigo habla de los liberales. Yo soy liberal. Y le diría que empecemos a a ver por ejemplo que en el Senado hay 5752 empleados asignados.
Acá el senador tiene 35 en su planta. Es casi una pyme”, retrucó. Y añadió que cada senador “le costaba a los contribuyentes $ 11 millones al mes”. Cachanosky apuntó, como suele suceder cuando se habla del gasto de la política, al Congreso. Sin embargo, el universo legislativo es mucho más amplio -así como el dinero que demanda su funcionamiento- y, ahora, un informe de la Fundación Libertad le puso número. Y las cifras, huelga decirlo, son desmesuradas por donde se mire.
El reporte, que toma como base los presupuestos de las 24 jurisdicciones del país -incluida la Ciudad Autónoma de Buenos Aires-, destacada que el funcionamiento de las legislaturas provinciales demanda $ 41.008,5 millones al año.
Si se considera que hay en total 1199 diputados y senadores provinciales, se puede estimar que el costo de cada representante para el erario público es de $ 34,2 millones anuales, o, dicho en otras palabras, casi $ 3 millones mensuales.
Las que más gastan
El podio de provincias que más gastan por legislador lo integran dos de las más pobres de la Argentina: Tucumán y Chaco.
La provincia que gobierna Juan Manzur destina más de $ 4200 millones al año, a razón de $ 85,7 millones para cada legislador. Si se considera que la población de esa provincia es de 1.592.878 habitantes (según el censo 2010), cada tucumano aporta $ 2636,80 para sus legisladores.
Un legislador tucumano cuesta, por ejemplo, casi 6 veces más que un legislador jujeño, una diferencia considerable teniendo en cuenta que dichas jurisdicciones poseen similares cantidades de legisladores (49 y 48, respectivamente).
Los más austeros
En el otro extremo de la tabla se ubican Santiago del Estero, San Luis y Mendoza. En la provincia que gobierna Gerardo Zamora cada legislador insume $ 3,8 millones anuales ya que el presupuesto para la Legislatura local es de 152,6 millones de pesos.
Comparado con su vecino Tucumán, el distrito que encabeza la nómina, Santiago gasta casi 23 veces menos en sus legisladores.
El distrito con más legisladores
La Provincia de Buenos Aires es la que cuenta con más legisladores (138). El legislativo, que es bicameral, requiere para su funcionamiento casi $ 8900 millones, el presupuesto más alto de todas las provincias.
Dado que se trata de la de mayor población del país (15.594.428 según el último censo), el costo de los legisladores por habitante está entre los más bajos ($ 570, 65 per cápita).
El informe de la Fundación Libertad consigna, para dimensionar el volumen de recursos que insume el legislativo bonaerense, que su gasto equivale a casi 14 veces lo asignado al Ministerio de Agroindustria ($ 648 millones) o 74 veces lo destinado al Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación ($ 121 millones).
Fuente: El Cronista