Las empresas de cobro de servicios como Rapipago, Pagofácil y otras podrán operar a partir del próximo lunes 20, cumpliendo las normas que garanticen la seguridad sanitaria de sus empleados y clientes de acuerdo a un protocolo definido por el Ministerio de Salud de la Nación.
La decisión fue tomada por el Directorio del Banco Central de la República Argentina, organismo regulador de las empresas de cobranza extrabancaria. En la jornada de ayer, tal como adelantó Infobae, se conoció que la cámara que las agrupa había elaborado un plan para satisfacer las condiciones sanitarias y que el mismo estaba bajo el análisis de las autoridades.
A través de un comunicado, el Banco Central aclaró que “las empresas deberán restringir la presencia de personas dentro del local y disponer de personal para organizar la fila de clientes en el exterior”.
El presidente de la Cámara Argentina de Empresas de Cobranza Extrabancaria de Impuestos y Servicios (CAECEIS), Gustavo Gómez, había explicado ayer que “si el Central y otros organismos de Gobierno lo aprueban, podríamos abrir nuestros locales esta misma semana”, en referencia a una autorización que finalmente llegó.
Esta excepción a la cuarentena vigente desde el 20 de marzo pasado surgió por el pedido de las empresas de cobranza y por las distribuidoras de servicios públicos, que vieron caer su recaudación de forma alarmante. El amplio segmento de la población que se maneja exclusivamente en efectivo, en particular en el ámbito de la economía informal, suele pagar las facturas de los servicios públicos a través de estás compañías. Los bancos suelen cobrar únicamente a sus clientes.
Más allá de las necesidades de incrementar la cobranza, la reapertura de los locales tiene fuertes implicancias en el cumplimiento del aislamiento, en particular después de lo ocurrido el viernes 3 de abril cuando el cobro de jubilaciones y asignaciones de la Anses generó grandes aglomeraciones de público en los bancos de diversas zonas del país. En los últimos días, comenzaron a verse importantes filas en las pocos locales de cobranza que están en funcionamiento.
Las empresas de CAECEIS tienen cerca de 20.000 bocas de cobro en todo el país, pero actualmente está en funcionamiento solo un 20% de esa red. Desde que se dictó la cuarentena, los centros de cobro están cerrados. Unicamente funcionan aquellas bocas ubicadas en autoservicios, farmacias, kioscos y otros comercios pequeños.En las grandes cadenas de supermercados, las empresas de recaudación suelen tener stands, con personal propio, cuyo funcionamiento no está permitido desde que se inició la cuarentena.
La única limitación que advirtieron las empresas para funcionar es la ausencia de personal, por limitaciones para viajar o por encontrarse dentro de los grupos de riesgo de la pandemia.
Según un informe de la Asociación de Distribuidores de Gas (Adigas), pese a existir múltiples formas de pago electrónico para las facturas de servicios públicos, “mucho más de la mitad de los usuarios paga sus facturas de manera presencial y la inmensa mayoría de ellos” lo hace en empresas recaudadoras. Desde las distribuidoras de electricidad plantearon un escenario similar. En este último caso, en las empresas del sector se sugiere que la caída en la recaudación puede generar problemas en la normal prestación de los servicios.
Las nueve distribuidoras de gas incluidas en el informe de Adigas registraron una caída de la recaudación del 67,3% en la última semana de marzo y del 51,6% en la primera de abril.
Asimismo, el BCRA recordó que la operación de los bancos seguirá la próxima semana bajo el sistema de turno previo para acceder a las sucursales”, aunque sin la exigencia de solicitarlo según la terminación del DNI. Los clientes deberán obtener un turno por los medios puestos a disposición por la entidad.