El transporte público de Tucumán enfrenta una de las crisis más profundas de su historia. Según un informe reciente elaborado por la Asociación de Empresarios del Transporte Automotor de Tucumán (AETAT), la cantidad de pasajeros en el sistema metropolitano de ómnibus cayó en promedio un 41,1 por ciento en los primeros cuatro meses de 2025, en comparación con el mismo período de 2024. La situación, que golpea fuertemente a las empresas del sector, se da en medio del crecimiento sostenido de las aplicaciones de transporte como Uber Moto, señaladas como principal causa del desplome.
“Estábamos comenzando a recuperar parte de lo perdido en pandemia, pero de pronto se vino abajo todo de nuevo”, reconoció Luis García, directivo de AETAT. El dirigente no dudó en atribuir esta nueva caída a la proliferación de plataformas digitales, especialmente en su versión de motos, que hoy dominan gran parte de la movilidad informal en el Gran San Miguel de Tucumán.
Los datos que sustentan la advertencia provienen del sistema Red Bus-Tucumán y analizan la evolución del volumen de boletos vendidos entre enero y abril de este año. En enero de 2025, se registraron apenas 1.073.800 pasajeros, un 50,1% menos que en enero de 2024. En febrero fueron 1.131.610 (caída del 50,3%), en marzo 1.363.971 (-34,7%) y en abril 1.680.814 (-29,3%). El promedio acumulado muestra una reducción del 41,1% interanual. Aún más drástica es la comparación con 2019: el desplome alcanza el 64,15%.
La merma no distingue entre líneas. Afecta al servicio metropolitano —que conecta la Capital con localidades como Yerba Buena, Tafí Viejo, Banda del Río Salí, Las Talitas y Alderetes— y también se extiende al transporte urbano, según remarcó García. “Nuestra estructura de costos no cambia. Tenemos el mismo personal, las mismas unidades recorriendo los mismos kilómetros. Pero ahora con la mitad de los pasajeros”, advirtió.
El directivo fue categórico al señalar que las aplicaciones, especialmente Uber Moto, están captando a una porción cada vez mayor del mercado. En paralelo, los usuarios justifican su migración al transporte informal por inseguridad en las paradas, demoras en la frecuencia y tarifas que consideran elevadas. “La gente me cuenta que dejó el colectivo porque ya no se siente segura ni cómoda”, expresó César Saravia, vocero de los conductores de Uber Moto en Tucumán.
Desde AETAT indicaron que ya realizaron presentaciones ante organismos gubernamentales y analizan exigir una definición política respecto a la regulación de estas aplicaciones. Mientras tanto, en el Concejo Deliberante capitalino se anticipa un nuevo debate sobre su legalización.
Los empresarios del transporte no ocultan su preocupación. “Estamos operando en un contexto asimétrico, donde nosotros tenemos que cumplir normas estrictas, afrontar seguros, inspecciones y cargas impositivas, mientras otros sectores operan sin regulación ni control”, cuestionó García.
En el análisis histórico, se destaca que el sistema metropolitano llegó a transportar casi 48 millones de pasajeros en 2019. La pandemia hundió esa cifra a menos de 18 millones en 2020. Aunque los años siguientes mostraron una tenue recuperación —28 millones en 2021 y casi 38 millones en 2022— el repunte se truncó en 2023 con una leve baja, y en 2024 se desplomó nuevamente a 27,8 millones. Ahora, con el ritmo actual, 2025 podría cerrar con una cifra incluso más baja que la de los peores meses de la crisis sanitaria.
El transporte público tucumano, golpeado por la pandemia y asediado por la informalidad digital, enfrenta una encrucijada. La caída en el número de usuarios ya no es solo una estadística: amenaza la viabilidad misma del sistema regulado si no se toman medidas urgentes.
