Hay mucha literatura sobre las contradicciones permanente entre Realidad y Relato. El Relato consta de varias dimensiones, en su mayoría épicas en las que ante las penurias generalizadas alguien más tiene la culpa o en teorías conspirativas que cambian el eje de las cuestiones de fondo. Como cuando Cristina Kirchner para pedir la nulidad de la causa donde se la investiga por presunto encubrimiento del atentado a la Amia elige argumentar que los fondos buitre usaron el tema del memorándum con Iran en su contra en vez de explicar por qué firmó un pacto con el país cuyos altos funcionarios fueron acusados como ideólogos del ataque por el que murieron 85 personas.
Pero el relato también tiene una dimensión más llana, menos épica aunque no menos falaz que es la manipulación de las expectativas. Así las cosas, el presupuesto dice que la inflación será de 29% en el año pero ese número se alcanzará el mes que viene. Y Lo más probable es que la inflación termine más cerca del 50 que del 30.
Cerraron las exportaciones de carne para que baje el precio pero lograron que el precio subiera. Y la heladera no está llena de asado. Pfizer no pedía los glaciares pero sí nos quedamos sin vacunas para los chicos y grandes que pudo haber salvado. Las vacunas del Imperio terminaron llegando gratis y en un sólo avión mientras a las de Rusia pagadas en dólares las entregan a cuentagotas. Hasta febrero iban a llegar 10 millones de vacunas pero eso no pasó. En Julio íbamos a tener inmunidad de rebaño según Ginés González García pero eso tampoco pasó. Tal vez lo decía por España donde se lo vio tomando cañas a mediados de año.
De los autores de prefiero 10% más de pobreza pero no 100 mil muertos vino los 100 mil muertos son culpa de la oposición y del periodismo hegemónico. Y si llega la variante Delta será culpa del que viajó a Miami. Y cualquier cosa, se vuelve al latiguillo gastado de “decían que la Sputnik era veneno” aunque lo que haya que explicar es por qué demoran las segundas dosis.
Celebraron cerrar las escuelas porque aumentaba la circulación del virus y las abrieron luego de mirar las encuestas y con los casos más altos que cuando las cerraron. Y ahora la Primavera será mejor pero a uno ya le da temor creer. Ojalá así sea.
Igual la mejor de todas fue el Alberto moderado. Vaya “caballo de Troya transparente”, diría el politólogo Luis Tonelli que se comieron como sapo progres, empresarios y pontífices.
Dice Bertrand Russell que la verdad es la coincidencia de lo que se dice con lo que es. Por eso, como demasiadas ocasiones lo que se dice no coincide con lo que es, y técnicamente no sería verdad, como se vienen las elecciones y todo se vuelve campaña, venga a bien la advertencia amigos, la memoria muscular de la decepción, los anticuerpos generados por tanto verso, o al menos la necesidad imperiosa de no volver a sentirse un bondadoso y cándido ciudadano. Cuidado porque el relato, puede ser al fin y al cabo, un pene de madera.
Por Cristina Pérez