Ni siquiera las repercusiones de la postura que adoptó la Corte Suprema de Justicia de la Nación parece sacar al máximo tribunal de Tucumán de la suerte de estrategia de mantener silencio que parecería haber adoptado en torno al caso de extrema gravedad institucional que significa la denuncia en contra de uno de sus integrantes, el vocal Dr. Daniel Leiva. Sin embargo, parece que esta postura tendría los días contados.
Y es que la trascendencia de lo que hizo público el camarista Enrique Pedicone acerca del supuesto tráfico de influencias en el que habría incurrido Leiva, no sólo traspasó las fronteras de la provincia. Sino que además, al igual que lo hace un boomerang, comienza a volver a la Tucumán con una fuerza que promete sacudir el supuesto suelo seguro en el que cree estará pisando fuerte la Corte Suprema local.
En ese sentido, la Federación Argentina de Colegios de Abogados (FACA) dio a conocer una resolución que expresa de manera contundente que la profunda preocupación del organismo por lo que considera una grave crisis institucional del Poder Judicial de Tucumán. Además, el ente alertó acerca de la posibilidad de no esté asegurada la necesaria transparencia de la investigación promovida en contra del vocal de la Corte.
Es por ello que pidió que tanto Pedicone como Leiva sean apartados de sus cargos hasta tanto no se defina el futuro de la denuncia. El caso es que mientras el camarista solicitó la correspondiente licencia, el vocal se mantiene inalterable a pesar de que sabe que no es legítimo que permanezca dentro de la Justicia mientras se lo investiga a él mismo. Sin embargo, tal vez se puede entender esta postura del magistrado.
Y es que todo parecería indicar que, luego de la licencia que tomó Pedicone, Leiva tendría los días contados dentro de la Corte Suprema, por lo menos hasta que se investigue la denuncia. El tiempo apremia y los demás integrantes del máximo tribunal lo saben mejor que nadie. En ese sentido, saben que no tienen más alternativa que abandonar la postura de silencio y comenzar a actuar de una buena vez, antes de que sea la mismísima sociedad la que le reclame a viva voz.
Con la Dra. Claudia Sbdar a la cabeza, los demás cortesanos tucumanos están conscientes de que la investigación sobre Leiva deberá comenzar a desandar el camino que lleve al esclarecimiento de los hechos denunciados y que tienen muy comprometido al vocal de la Corte. Y saben a la perfección que no sería legítimo que el magistrado esté presente mientras se sustancie el trámite judicial en su contra.
Por lo tanto, teniendo en cuenta que no iniciar investigación alguna es directamente apostar a la impunidad, los días del Dr. Daniel Leiva como integrante de la Corte Suprema estarían contados. Esta vez, parecería que en el Poder Judicial le soltarían la mano ante de que los arrastre a todos al fango. Sería cuestión de tiempo, y la sociedad mira expectante que en Tucumán se replique lo que a nivel nacional viene haciendo el máximo tribunal y la Justicia se permita recuperar el prestigio perdido.
