Lo que llamamos las reservas netas disponibles líquidas (del Banco Central), es decir las que se pueden usar día a día en el mercado están negativas, alrededor de mil millones de dólares negativas”, explicó el economista Daniel Rubinstein en diálogo radial con el periodista Daniel Santoro.
Durante la charla, el economista avanzó en su explicación sobre que implica que las “reservas de libre disponibilidad” sean negativas. “Significa que usan reservas que no son propias, por ejemplo los encajes de los depósitos bancarios“, indicó.
Rubinstein indicó que “eso que va al Banco Central es de los bancos, y en realidad en el fondo de los depositantes, pero la plata la depositan en el Banco Central, por lo tanto tácticamente la puede usar, no es legítimo, creo que tampoco es legal, pero lo usan, es arriesgado y demuestra la endeblez de la situación”.
En declaraciones radiales, el economista explicó que cuando tenés que usar algo que no es tuyo, y no te lo dieron para ser usado para otro fin que tenerlos ahí en caso de que un depositante quiera la plata, sino con un mandato, el BCRA es como que se toma prestado una plata sin que la otra parte se la haya prestado”.
“Es una avivada pero refleja la endeblez de la situación del BCRA. Las reservas son exhaustas y eso lo vemos cuando cada dos por tres restringen importaciones o buscan más trabas en el mercado paralelo”, señaló.
Sostuvo que está claro que “la situación cambiaria está muy mal y también lo vemos obviamente en la brecha que es más del 100%”.
Acuerdo con el FMI, el papel de Guzmán y el futuro
Al referise a qué puede pasar luego de las elecciones, el economista se mostró sorprendido con estas decisiones que implementa el Gobierno. “Deberían muy rápidamente terminar algunas de las cuestiones pendientes más relevantes, entre ellas la negociación con el FMI, dejarse toda esa pavada de que no nos vamos a arrodillar y vamos a tener otros tres meses negociando. Es una estupidez”, se quejó.
Indicó que la baja de tasas de interés que se reclama al Fondo Monetario “no depende de Argentina. No es que el país puede decir que se pone fuerte y el FMI va a bajar la tasa de interés, es una decisión que tienen que tomar un montón de países en función de políticas que trascienden a la Argentina. Argentina puede hacer la petición, y ojalá que algún día lo logre, pero esta gente se endeudaba con Venezuela al 12% y no le importaba. Ahora quieren hacer un drama tremebundo si en vez de endeudarse al 4, como si tuvieran derecho a poder endeudarse al 1″, analizó. El economista se mostró a favor de negociar todas las posibilidades pero alertó: “No se puede supeditar toda la política económica y todo eel día a día de los Argentinos a enterrarte en eso, sería una tontería, pero el gobierno va de tontería en tontería”, analizó.
Rubinstein también se mostró crítico con la figura del ministro de Economía sobre el cual comentó: “Me desespera muchísimo Martín Guzmán, pero se que el es casi un asesor nomás. Alberto Fernández y todo su gobierno es muy malo, expresó.
Dijo que el Gobierno debería “hacer un plan coherente, presentarlo al Fondo, a la oposición en el Congreso, discutir cuánto del ajuste fiscal es por aumento de impuestos o cuánto de baja de gastos, ponerse de acuerdo y empezar a transitar un camino que nos lleve a dos años en serio más tranquilos”.
“No puedo pronosticar que el gobierno va a ser siempre un desastre. Si el gobierno firma un acuerdo razonable, sin exigencias locas y lo cumple, bueno las cosas mejorarían”, adelantó.
Advirtió que el tipo de cambio “ya está desdoblado, existe el oficial y 20 paralelos. El gobierno regula e interviene de una manera arbitraria. Una vez que definas que no vas a intervenir arbitrariamente, podés llegar a tener un mercado financiero, pero no lo veo como una solución especial”.
Pidió “apuntar a los equilibrios macroeconómicos, reducir drásticamente el déficit fiscal con el mix de impuestos y gastos que la política decida, empezar a tener menos emisión monetaria, y en ese sentido vas creando las condiciones para que la inflación baje mucho”.
“La sociedad no entiende bien, y eso no solo el gobierno, lo que es el impuesto inflacionario. Cuando salís hoy con dos mil pesos en el bolsillo y hace un año salías con mil, eso significa que vas aceptando esa erosión del poder adquisitivo, esos mil pesos extra los podrías haber destinado al consumo”, señaló.