Ante las numerosas medidas de fuerza y la paralización de aeropuertos, el Gobierno analiza los pasos a seguir con Aerolíneas Argentinas. El Ejecutivo baraja crear una empresa estatal temporaria, con “futuro privado”. También se piensa en el regreso de Austral. Ya trabajan en distintos borradores.
Otra de las opciones es una intervención, pero es de difícil aplicación al tratarse de una sociedad anónima. La alternativa más viable es ponerla en venta en el corto o mediano plazo.
También señalan que si la compañía tiene un patrimonio neto negativo, puede ser causal de liquidación. En el Gobierno sostienen que la empresa da pérdidas y las sucesivas medidas de fuerza llevadas a cabo esta semana que perjudicaron a miles de pasajeros, colmaron la paciencia en Casa Rosada.
El Gobierno dio un ultimátum a la empresa para que presente este viernes un proyecto de trabajo para los próximos meses. En paralelo, el Ejecutivo analiza otra alternativa: integrar al menos siete provincias para que sean accionistas de la nueva empresa.
Ya fueron sondeados y habría cierto interés al respecto. El proyecto se llama Arsa provincial y tiene un antecedente: Líneas Aéreas Federales fue creada poco antes de que termine Eduardo Duhalde termine su mandato, en 2003. Eso sirvió para absorber los empleados que quedaban sin trabajo con el cierre de Lapa y otras compañías.
Se necesita también la firma de un nuevo contrato de trabajo, por empresa y no por actividad. Detrás de esta iniciativa hay un andamiaje jurídico que busca evitar que los gremios aeronáuticos tengan el poder que detentan hasta ahora.
Respecto de la fecha límite que impuso el Ejecutivo, el secretario general de uno de los gremios aeronáuticos, Edgardo Llano, de la Asociación del Personal Aeronáutico (APA), salió al cruce de la medida, que calificó de “política extorsiva” de parte del Gobierno. El plan se conoció el miércoles, en medio de las fuertes demoras y cancelaciones de vuelos en Aeroparque y Ezeiza por una asamblea de trabajadores de Intercargo,que brinda servicios de rampa.
El gremialista criticó: “No somos la gestión de Aerolíneas Argentinas para presentar un plan para sacar la empresa adelante, somos representantes de los trabajadores. Esta es una política extorsiva del Gobierno que pretende hacernos responsables de la compañía”.
