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“Dejen de matarnos”: la desgarradora carta de una médica tucumana

"Nuestro sentir es de dolor, de impotencia y sobre todo, de desprotección. Nos sentimos desprotegidos por la comunidad. Estamos desprotegidos por el gobierno provincial".

Descacharreo

La médica tucumana Cecilia Ousset compartió una desgarradora carta en sus redes sociales con muchísimo alcance en pocas horas: además de su tristeza por el fallecimiento del doctor Jesús Amenábar, apunta contra el comportamiento de la sociedad tucumana.
El cirujano Jesús Amenábar murió. Yo lo quería porque me gusta la gente sincera. También lo quería porque fue uno de los pocos jefes de servicio en Tucumán que, cansado de ver mujeres pobres muertas en el hospital, se animó a apoyar la lucha por el aborto legal”.
“Jesús era un ser reaccionario, temperamental, pasional. Trabajaba muchísimo (en el público y en el privado como la mayoría, que tiene que tener dos trabajos). Su sinceridad brutal lo llevaba muchas veces a cosechar enemigos… pero también amigos incondicionales”.
“Con Jesús pasó algo insólito. Cuando entró en respirador, entramos todxs lxs profesionales de la salud al respirador. No importaba si estábamos o no de acuerdo con sus formas o sus pensamientos. Era un referente. Por eso, cuando Jesús no salió, no salió ningunx. Jesús TENÍA que salvarse”.
“Nuestro sentir es de dolor, de impotencia y sobre todo, de desprotección. Nos sentimos desprotegidos por la comunidad. Esa comunidad que hace marchas en las plazas “por su derecho a la libre circulación”, la que hace fiestas clandestinas y reuniones multitudinarias. La que se junta en los hoteles con turnos cada dos horas. La misma comunidad que va a los gimnasios sin barbijo a transpirar y soplar sobre las bicicletas y después, ya infectada, solicita el resguardo en los hospitales y sanatorios”.
“Muere Jesús y el lunes abren de nuevo todos los bares y los gimnasios. Total… todavía quedamos algunos profesionales saludables para atajar penales. Estamos desprotegidos por el gobierno provincial. Ese es el sentir. Con Jesús, todos  y todas morimos un poquito hoy. Nos invade la impotencia y el temor. El pánico, en realidad. Mis condolencias a su amada familia. Mi súplica a la comunidad pidiendo que dejen de matarnos”.

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