Un año y un mes después de salir de prisión por dejar ciega a su esposa en una golpiza, volvió a atacar. Carlos Ariel Goncharuk, condenado a ocho años de prisión por las lesiones gravísimas que le provocó a Susana Gómez en 2011, en la vivienda que compartían y adelante de sus hijos, fue detenido cuando intentó agredir con un cuchillo a su actual pareja.
La mujer, que le ofreció su domicilio en la localidad bonaerense de Merlo para cumplir con el requerimiento judicial de la libertad bajo control, está embarazada. Pero de acuerdo con la información que trascendió, no resultó herida.
Según dijeron fuentes judiciales, el 20 de octubre hubo una severa discusión y un vecino llamó al 911. Cuando los policías de la comisaría 3ra de Merlo llegaron a Balvastro al 1.500 de esa ciudad, Goncharuk seguía la pelea con su novia y además se resistió a la detención.
Quedó procesado por “amenaza agravada por el uso de arma blanca en contexto de violencia de género en concurso con resistencia a la autoridad”. Fue alojado en una celda de la seccional primera de ese distrito del oeste del Gran Buenos Aires, por decisión del juez de Garantías Nº 3 de Morón, Gustavo Robles.
Goncharuk quedó en libertad el 19 de septiembre de 2019, aunque no completó todos las exigencias impuestas por el Tribunal de La Plata que en 2014 lo condenó a ocho años y seis meses de prisión. El fallo estableció que el reo debe realizar un curso de readaptación y concientización sobre violencia de género en alguna unidad penitenciaria. Pero siempre se negó a cumplir con esa exigencia.
No obstante, el juzgado de familia 5 de La Plata aceptó la liberación del agresor aunque le impuso como condición que fijara domicilio a más de 100 kilómetros de la residencia de Susana Gómez en Olmos, donde vive con sus hijos de 11 y 16 años. Por eso se radicó en Merlo, donde ahora lo volvieron a detener por un ataque a puñaladas contra su compañera.
La decisión fue cuestionada por el abogado de la mujer atacada, Darío Witt, quien conduce la casa Abierta María Pueblo, que asiste y cobija a víctimas de violencia de género. “La organización y Susana dijimos siempre que Goncharuk iba a volver a cometer los mismos delitos si no era obligatorio a cumplir con el tratamiento adecuado. Y que la actual pareja estaba en riesgo. Lamentamos haber tenido razón. Este hombre violento y no recuperado volvió a atacar “, dijo este jueves Witt.
Esa institución acompañó todo el proceso judicial y la asistencia a Susana Gómez, quien vive en Olmos con sus hijos. Cuando quedó libre el atacante, Susana pidió protección. “Tengo miedo, no voy a poder vivir tranquilamente sabiendo que este asesino está en la calle”, reclamó entonces. La Justicia ordenó una custodia permanente de personal policial y tuvo que suspender su actividad como telefonista en el Poder Judicial.
En los últimos diez años en Argentina hay un promedio de un femicidio cada 30 horas. Según estadísticas de la Oficina de Violencia Doméstica de la Corte Suprema, sólo en 2018 fueron 278. La mayoría de los asesinatos ocurren en las casas de las víctimas y son cometidos por parejas o ex.
En julio de 2011 cuando convivían Goncharuk tuvo un ataque de furia en medio de una discusión y comenzó a golpear con brutalidad la cabeza de Gómez contra la pared de la cocina. El ataque -según certificaciones médicas- derivó en un “traumatismo craneal múltiple y doble desprendimiento de retina”, Una lesión irreversible que la dejo ciega.
No fue el primer episodio violento que vivió Susana desde 2002 cuando comenzó la relación. Había realizado 11 presentaciones en diferentes sedes judiciales y nunca prosperaron. “La justicia siempre la dejó de lado. Cuando dispuso la libertad del agresor sin cumplir un plano la condena también se apartó de su protección”, dijo Witt.
Susana todavía teme por las posibles acciones de Goncharuk. “Es un psicópata peligroso y esto que pasó ahora lo confirm. Nosotros le avisamos a los jueces que esto podría pasar porque este hombre nunca se arrepintió de sus acciones”, dijo la mujer este jueves.
La casa María Pueblo es una ong que tiene refugios para mujeres golpeadas y asiste a los hijos o familiares de las víctimas. Según dijo Witt, en pandemia los recursos que solventan la entidad mermaron por falta de apoyo oficial. Hace unos meses obtuvo un convenio para recibir donaciones de una forma original: el Banco Nación ofrece a sus clientes ceder los puntos o beneficios que otorgan las tarjetas de crédito y que los clientes no usan. Se hace con un llamado al 0810 666 1515.
