Fue un día de mucho dolor y conmoción para los familiares y amigos de Laura Giselle Huaco Quiroga. Ayer se despidieron de la joven psicóloga, quien falleció repentinamente el jueves, mientras estaba internada en el hospital Padilla. Todavía no les informaron de manera oficial, pero no tienen dudas: piensan que el virus del dengue le causó un grave daño en el organismo y acabó con su vida en cuestión de horas.
Huaco Quiroga tenía 34 años y era una reconocida psicóloga tucumana. “Era mamá de un niño de cuatro años, una joven profesional muy saludable. Todavía no entendemos cómo le pasó algo así”, exclamó la tía, María Agustina Quiroga Mangiafico, en contacto con LA GACETA.
Según detalló, cuando su sobrina comenzó con los síntomas de la enfermedad que transmite el mosquito Aedes aegypti, un médico fue a su domicilio y la atendió; además, le puso suero. Pero el jueves se descompensó y decidieron llevarla al hospital Padilla, donde quedó internada.
“Fue todo muy rápido. Falleció en menos de 12 horas”, explicó, muy afectada por el momento que les toca vivir. Reconoció que el personal de salud está poniendo el alma en medio de esta epidemia que afecta los tucumanos y que ya suma más de 25.000 contagios este año. “Es impresionante la dedicación y el amor de los médicos y enfermeras. Pero esta situación nos está superando a todos. Tenemos que poner de nuestra parte; tiene que ver con la educación. Se empieza por casa, por limpiar y sacar la basura”, remarcó. También responsabilizó a los gobiernos municipales por la cantidad de residuos, aguas cloacales y caños rotos desde hace mucho tiempo.
En las redes sociales, muchos de los allegados a la psicóloga se preguntaban con angustia cómo es posible que una mujer joven pueda ser un caso mortal de esta patología. “Te despedimos con mucho dolor en nuestros corazones”, escribieron desde el centro interdisciplinario Arco Iris, uno de los espacios donde trabajaba Giselle. El Colegio de Psicólogos de Tucumán también le dedicó unas palabras. “Fue algo inesperado y desconcertante”, escribieron sus amigos.
Si bien el Ministerio de Salud aún no informó oficialmente si la causa de muerte de Huaco Quiroga fue por dengue, profesionales que la atendieron en el Padilla aseguraron a este diario que la joven presentaba un cuadro grave de la enfermedad que transmite el Aedes aegypti y que, al parecer, no tenía otras patologías de base.
Al ser consultado sobre el caso, el director del hospital, doctor Jorge Valdecantos, admitió que la joven fue tratada en el nosocomio con síntomas de dengue grave. “Lamentablemente fue desmejorando hasta que tuvo una falla multiorgánica cuando se encontraba internada”, explicó.
Al igual que en otros centros asistenciales de la provincia, en el Padilla también llama la atención la cantidad de jóvenes que se ven afectados por la patología y que presentan cuadros graves de la enfermedad. De hecho, este no es el primer fallecimiento en el hospital.
Según precisó Valdecantos, de cada 1.200 pacientes que se atienden con síntomas de dengue, la mitad se vuelven a sus casas luego de ser asistidos por los médicos. Otros 600 se quedan unas horas porque necesitan una mayor atención, generalmente precisan ser hidratados y para ello cuentan con una sala de hidratación especial. Un 10% de esos pacientes se internan, 50 en salas comunes y 10 van a terapia.
“La enfermedad tiene un porcentaje de letalidad que es bajo; sin embargo, son casos que conmocionan a la sociedad porque generalmente se trata de jóvenes. Lo que vemos aquí son muchos pacientes, adultos jóvenes, principalmente mujeres, que presentan complicaciones por la enfermedad. Hacemos todos los tratamientos que por protocolo son los indicados para dengue, y aún así hay casos en los que no funcionan y en cuestión de horas la persona fallece. Es muy llamativo y hasta inexplicable en personas que no tienen otras patologías”, señaló.
En el Padilla, que hoy tiene una tasa de ocupación del 97%, reforzaron la atención para afrontar el aumento de consultas en el marco de la epidemia. Lo que más les llama la atención a los profesionales es que el grupo de menos de 40 años está teniendo mayor riesgo de complicaciones y que aparecen nuevas manifestaciones relacionadas a la enfermedad. Por ejemplo, en el hospital ya tuvieron recientemente cuadros del síndrome del Guillain-Barré vinculados con la infección de dengue.
Según explicaron, se trata de una afección causada por una falla en el sistema inmunológico para combatir las infecciones internas porque el organismo se confunde y ataca a los nervios periféricos del cuerpo. En general, puede producirse por una infección bacteriana o viral aguda. Los síntomas inician con debilidad y hormigueo en los pies y las piernas, que se extienden a la parte superior del cuerpo. También se puede producir parálisis
El vínculo entre el dengue y este síndrome ya fue descripto en algunas investigaciones médicas. “Por suerte en el hospital contamos con una máquina especial de diálisis que permite, a través de una técnicas específicas, tratar a las personas con este síndrome que hoy lo estamos viendo como un signo de posdengue”, puntualizó Valdecantos.
Cantidad de fallecimientos
El Ministerio de Salud ya reportó oficialmente seis fallecimientos por dengue este año. La cifra quedó al borde de igualar el récord de ocho decesos del año pasado. Las autoridades reconocieron que están investigando varios casos de muertes que se produjeron en los últimos días, entre ellos el de un estudiante de 16 años que asistía a la escuela Agrotécnica de Estación Aráoz y que tenía síntomas de la enfermedad que transmite el Aedes aegypti.
Mañana, cuando las autoridades sanitarias se reúnan en una nueva “Sala de Situación” se conocerá cómo avanza la epidemia en la provincia. Se cree que Tucumán ya estaría cerca de los 30.000 contagios. Los departamentos de Cruz Alta y Yerba Buena siguen siendo los más afectados este año.
La muerte de una joven policía: “El dengue la consumió”
Hoy se cumple una semana del fallecimiento de Yamila Lobo, una joven de 23 años que perdió la vida después de haber sufrido dengue hemorrágico.
Yamila era policía y su muerte causó una gran conmoción entre sus compañeros, familiares y amigos. En la casa de los Lobo sienten mucha tristeza e impotencia.
“Ella era una joven muy sana y alegre”, dice Milagros Vermúdez, prima de Yamila. “No puedo creer lo que sucedió; nunca pasé por algo tan feo en mi vida”, añade Elsa Gómez, abuela de la joven, quien todavía siente en su cuerpo los dolores que a ella también le provocó el virus que transmite el mosquito Aedes aegypti.
Según relataron, Lobo empezó a sentir mucho frío el domingo 31 de marzo. Como en su familia había otras personas con los mismos síntomas, se imaginaron que podía ser dengue. “Yo pensaba que ella se iba a mejorar. No creí que esto terminaría así. Era una chica re sana; para ingresar a la Policía le hicieron todos los estudios, no tenía ninguna enfermedad”, señala Elsa.
Vermúdez y Gómez sienten que es una muerte que se podría haber evitado. “El martes 2, cuando Yamila estaba muy dolorida, llamé una ambulancia, pero me dijeron que no podían venir, que nos vayamos al CAPS más cercano, que es el de San Cayetano. Ella tenía mucho dolor de cabeza y chucho; temblaba. Al llegar la atendieron y le pusieron suero, pero nos dijeron que volvamos a casa y que cualquier cosa la llevemos al sanatorio que a ella le correspondía. Además, nos aconsejaron buscar ayuda psicológica; no sé por qué”, recuerda Milagros.
Dos días después, la joven ya no podía ni mantenerse en pie. Los días pasaban y su estado se iba agravando. “El sábado tenía un fuerte dolor abdominal. Estaba sufriendo mucho; ni siquiera podía caminar”, recuerda Milagros, y su voz se quiebra. Elsa agrega que Yamila no podía ni tomar agua: todo lo que ingería vomitaba. Además, presentaba ginecorragia (sangrado uterino anormal).
Ese día llevaron a la joven hasta un sanatorio céntrico, donde les dijeron que iban a tener que esperar dos horas para que la atendieran. “Vieron que era una urgencia y no la quisieron ayudar. De ahí nos fuimos al hospital Centro de Salud, donde sí la ingresaron. Tenía muy baja la presión, y según los análisis, las plaquetas le habían disminuido a niveles preocupantes. Al principio la pusieron en una sala de emergencia con oxígeno. A las 20, la subieron a terapia intermedia. Pensamos que iba a mejorar, pero a las 3 y 20 de la mañana nos llamaron para darnos la peor noticia: su cuerpo no resistió, tenía una gran hemorragia interna. Nos informaron que había fallecido por dengue hemorrágico. Esta enfermedad la consumió”, señaló Vermúdez, y se quejó de la atención que recibieron en el CAPS.
En el barrio 20 de Junio, donde vivía Lobo, se registraron varios casos de dengue en el último mes. Por eso, los vecinos reclamaron al Gobierno que realice tareas de fumigación y saneamiento. “Que no haya otra Yamila Lobo. Que se haga fumigación, arreglos de cloacas, ordenamiento y limpieza urgente; esto es zona de peligro”, reclamó Carina Cáceres.
La epidemia de dengue sigue sumando casos en Tucumán, que ya registra más de 25.000 contagios. Las autoridades sanitarias recomendaron a la población no demorar la consulta ante los signos de alarma de la enfermedad: dolor abdominal, vómitos y deshidratación.