En los últimos días, el Gobierno dio de baja cerca de 300 unidades de gestión de planes sociales como Potenciar Trabajo. Entre todos estos intermediarios recibían 17.000 millones de pesos anuales. Había ONGs y cooperativas que, en la mayoría de los casos, responden directamente a organizaciones sociales o agrupaciones políticas, según contó el periodista Manuel Jove, en TN.
Uno de los intermediarios se llama “Grito de Corazón” y recibía fondos por cerca de 3000 beneficiarios del Potenciar que administraba. También, a través de una cooperativa que se llama Reobot, y que está directamente ligada a esta organización.
“Grito de Corazón” fue creada en 2019. Dentro del peronismo, es conocida como la agrupación de Maia Daer. Es legisladora porteña por Unión por la Patria y la hija de Héctor Daer.
Estos son algunos de los mensajes que, durante todo el año pasado, recibieron muchos de los beneficiarios de este plan social que estaban tercerizados por estas entidades.
Directamente, proponían un tarifario y exigían pago a los beneficiarios, que fueron quienes hicieron llegar estos mensajes, y cuyas entidades son reservadas porque tienen miedo a represalias.
¿Cómo se ejecutaban estos retornos? Con depósitos en determinadas cuentas que los propios referentes zonales (punteros) de la organización pasaban. ¿Para qué era la plata? La mitad se la quedaba el movimiento.
Es algo que escuchamos que sucede en muchos de los movimientos sociales, pero que acá queda explícito casi de manera burda. El 40% o el 50% de lo que cobran lo tienen que dejar para “la política”. No lo compartimos para exponer a los denunciantes, pero esto está acompañado también de los correspondientes comprobantes de transferencias.
Le consultamos por estas denuncias y dijo que ni ella ni su organización conocen a estas personas que pedían los pagos. Dicen que ellos ni siquiera tienen un amplio financiamiento político, que a las marchas van en transporte público y que trabajan en comedores y tareas en barrios populares.