El punto lo conocen todos. Cuando los ómnibus salen de la terminal de Retiro tienen que bajar la velocidad, no solo para poder maniobrar sino también por los pozos de la esquina de la intersección entre Rodolfo Walsh y Carlos H. Perette. A unos pocos metros está el ingreso a la villa 31. A metros de ahí, también está el edificio Centinela de Gendarmería. Los mismos gendarmes confiesan por lo bajo que cuando entran o salen del edificio destinan a dos o tres agentes para custodiarse entre ellos. Es en este trayecto donde siempre se producen los robos.
Según cuentan quienes hacen años trabajan en la terminal, la modalidad de robo piraña a los ómnibus de larga distancia se repite, sobre todo, durante el verano. Aunque algunos señalan que las bauleras no se pueden abrir, los conductores aseguran que basta con forzarlas con una barreta para poder jaquear el sistema y las trabas de aluminio. En general, agarran los bolsos que se caen cuando el conductor acelera.
Esta vez fue el caso de Florencia Bermejo el que se viralizó esta semana y volvió a exponer esta problemática que lleva años. Denunció a través de su Twitter que “desvalijaron” el micro donde viajaba. El hecho se produjo el último domingo a las 23 horas, cuando salían con destino a Coronel Suárez.
“Después se meten corriendo en la villa y hasta lo venden en la feria que está acá atrás”, relata un empleado que trabaja en la terminal hace 30 años y prefirió no dar su nombre. Se refiere a la feria que fue creciendo y ocupando la calle Carlos H. Perette donde se venden todo tipo de objetos usados, desde zapatillas y remeras hasta cables, partes de bicicletas o electrodomésticos.
En lo que va del año se registraron 11 denuncias en Retiro por este motivo según datos de la Comisión Nacional de Regulación de Transporte (CNRT), del Ministerio de Transporte, es decir, casi uno por día. En total, son 24 denuncias las que se encuentran en tramitación, se suman cuatro en Rosario, dos en Santa Fe, una en Puerto Madryn, San Nicolás de los Arroyos, Bahía Blanca, Miramar, Corrientes, Río Cuarto, y en la Terminal Dellepiane de Buenos Aires.
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Fabián marelli
Dentro de la terminal de Retiro, opera la Policía Federal. Afuera, es terreno de la Policía de la Ciudad. “No interviene PFA, solo hay un servicio de refuerzo nuestro. Interviene Ciudad”, remarcan desde la PFA.
Pese a que en temporada alta circulan cerca de 30.000 personas por día —durante las fiestas había aproximadamente 800 servicios por día y la capacidad de los micros de larga distancia es de 36 pasajeros—, adentro de la terminal, que hace más de 20 años está a cargo de la empresa TEBA S.A., tampoco abunda el personal policial. Un solo efectivo está a cargo de las 248 boleterías ubicadas en el segundo piso. Es imposible que pueda registrar todas las ventanillas que ocupan cerca de cinco cuadras. “Somos muy pocos. Cuando te toca plataforma también es uno solo”, reconoció uno de los efectivos que prefirió resguardar su nombre. “Yo conozco a los pungas y nadie hace nada”, se quejó otro empleado.
La administración porteña reconoce que este delito aumenta en temporada alta por la mayor entrada y salida de micros de larga distancia. “Muchos casos son denunciados directamente a la CNRT por la cual no se tiene una certeza del lugar donde son”, dijeron. En ese sentido, remarcaron que ellos denunciaron el robo del domingo, por el cual ya iniciaron una investigación.
Indicaron, además, que se reforzó la vigilancia en la zona que atraviesan los ómnibus antes de llegar al Paseo del Bajo con “móviles policiales por la noche y personal policial recorriendo las 24 horas las inmediaciones del cruce de las calles Perette y Walsh”. Y agregaron: “Se alertó a la policía de la Barrial del Barrio 31 para que estén alertas y prioricen las recorridas por la zona. Desde el CMU se va a brindar apoyo óptico las 24 horas a la zona de entrada y salida de los micros en contacto directo con la Central de Comando.”
Hoy, frente a esa esquina está la garita de seguridad que señala que finaliza la estación de Retiro. En teoría, funciona 24 horas. Según algunos choferes, volvió a estar activa esta semana, después del robo. “Esto es así, vení en unos días y no queda nadie”, aseguran.
Qué hacer si sufriste un robo
Desde la CNRT remarcan que el pasajero debe conservar el pasaje y el ticket que fue entregado en el momento de despachar el equipaje para hacer el reclamo, que debe realizarse a la empresa dentro de las 24 horas de finalizado el viaje.
A su vez, la denuncia en la CNRT puede hacerse a través de su página web (control.cnrt.gob.ar) o por teléfono (0800-333-0300) para que puedan hacer un seguimiento del caso. La empresa tiene cinco días corridos para dar respuesta al reclamo. Desde la policía de la Ciudad enfatizan también que es necesario hacer la denuncia en la comisaría para que puedan registrar los hechos.
En el comunicado difundido por la CNRT enfatizan, además, que el pasajero debe conservar esa documentación hasta que se resuelva el extravío de equipaje, ya sea porque fue devuelto o porque la empresa indemnizó al damnificado. Si la empresa no ofrece una respuesta satisfactoria transcurrido el plazo de cinco días, la CNRT interviene en segunda instancia y la intima para que indemnice al usuario. El monto previsto para enero, febrero y marzo del 2023 es de $93.254,56.
