La Oficina de Prensa del Vaticano comunicó los primeros resultados de las pruebas especializadas realizadas en el sanatorio donde el sumo pontífice permanece internado.
Este viernes, el papa Francisco ingresó en un centro de salud de Roma para someterse a estudios y tratamientos relacionados con el agravamiento de la bronquitis que lo afecta hace algunos días.
Según informó el vocero del Vaticano, Matteo Bruni, el pontífice inició un tratamiento farmacológico por una fiebre leve. “Francisco está sereno, de buen humor y ha leído algunos periódicos”, indicó el portavoz oficial.
Además, el parte médico difundido indica que “los primeros exámenes realizados demuestran una infección de las vías respiratorias”.
El papa, quien tiene 88 años, presentó dificultades para respirar en los últimos días y se vio obligado a pedirles a sus asistentes que leyeran su discurso el miércoles, durante su audiencia general semanal. “Déjenme pedirle al padre que continúe leyendo porque aún no puedo con mi bronquitis. Espero que la próxima vez pueda”, expresó ese día.
Debido a esto, el sumo pontífice fue hospitalizado este viernes en la mañana (hora local), después de sus audiencias matinales, en la Policlínica Agostino Gemelli, donde “comenzó la terapia”, detalló el vocero de la Santa Sede. Por el momento, las condiciones de salud del papa “son discretas”, señaló Bruni en el comunicado.
Debido a su hospitalización, se canceló una audiencia prevista para este sábado y un encuentro con artistas el lunes, mientras que un cardenal lo reemplazará en una misa este domingo.
La salud del papa
El papa Francisco fue sometido a una ablación parcial de un pulmón durante su juventud. Además, en los últimos años, tuvo muchos problemas de salud, entre dolores en la rodilla y la cadera, una inflamación del colon y dificultades respiratorias. El deterioro fue progresivo hasta verse obligado a desplazarse, desde 2022, en silla de ruedas y con bastón las pocas veces que se le ve de pie.
En junio de 2023, Jorge Mario Bergoglio fue hospitalizado 10 días en el hospital Gemelli por una operación de hernia abdominal, que requirió anestesia general. En diciembre de ese año, también por una bronquitis, renunció a participar en la COP28 de Dubái, la gran cumbre anual del clima, organizada por Naciones Unidas.
A fines de marzo de 2024, anuló a última hora su participación en el Viacrucis del Coliseo de Roma, si bien sí que pudo oficiar la misa de la Pascua de Resurrección, días después.
Pese a todos estos problemas de salud, Francisco mantiene una agenda repleta de audiencias y tareas, con hasta 10 citas en una misma mañana.
También ha seguido viajando, incluso a tierras muy lejanas, como en septiembre, cuando efectuó el viaje más largo de su pontificado, un periplo de 12 días por Papúa Nueva Guinea, Timor Oriental, Indonesia y Singapur.
Sus problemas de salud suscitan periódicamente especulaciones sobre su futuro, especialmente teniendo en cuenta que su predecesor, Benedicto XVI, renunció en 2013 por problemas de salud. Aunque Francisco dejó abierta la opción de renunciar en caso de no poder desempeñar sus funciones, ha dicho que por ahora no irá a ninguna parte.
Con información de AFP.
