Todo esto ocurría mientras la hija de la mujer, en conocimiento del hecho, lloraba desconsoladamente.
Como si esto fuera poco, la mujer confirmó que su expareja había lanzado una bomba molotov contra su casa en un lapso menor a 24 horas.
El hombre, según trascendió, tenía una restricción perimetral a su nombre, aunque por el momento no se había radicado ninguna denuncia formal sobre el intento de femicidio. Afortunadamente, esta situación no provocó heridos.
Pasadas 48 horas del hecho, el hombre continúa libre y se encuentra prófugo porque la Justicia no pidió su detención. De mínima le correspondería prisión por violar la perimetral, aunque también debería estar detenido por incurrir en el intento de femicidio.