En un año electoral como el actual, no podía faltar un clásico como el de las internas radicales. Sin embargo, en esta ocasión, lo llamativo en el caso de lo que ocurre en Tucumán, es que dichas internas son motorizadas a tal punto de que llegaron a pedir la intervención del centenario partido en lo que hace a nuestra provincia. Sin embargo, sobre llovido mojado y existe un aspecto todavía peor.
Y es que el pedido fue realizado por un grupo de intendentes y legisladores provinciales que se ponen la peluca de Milei en Buenos Aires, mientras que en Tucumán pretenden darse baños de pureza, al tiempo que sobreactúan valores propios del espíritu radical, pero del cual carecen o que, de mínima, se guardan en el bolsillo cada vez que viajan a la capital de la Argentina.
En ese marco, tienen nombre y apellido los dirigentes involucrados en esta pantomima y que motorizaron el pedido de intervención nacional a la UCR de Tucumán y a los que ni siquiera les importa que no esté acéfala, ya que a cargo de la presidencia local se encuentra el legislador Agustín Romano Norri. Se trata del intendente de Concepción, Alejandro Molinuevo y los legisladores Silvia Elías de Pérez, José Seleme y José Cano.
Además, cabe señalar que el pedido de intervención lleva las firmas de socios políticos del diputado nacional Roberto Sánchez, presidente saliente de radicalismo tucumano. También lo impulsan los concejales José María Canelada, Gustavo Cobos, Augusto Zucarrelli (Tafí Viejo), Alberto Díaz Clavero (Alberdi) y María Inés Tarulli (Concepción); y el ex legislador Fernando Valdez; entre otros.
Lo cierto es que los dirigentes radicales que ilustran esta nota van a Buenos Aires, se disfrazan, se ponen la peluca de Milei, por decirlo de alguna forma, pero, al volver a Tucumán pretenden un accionar sumamente antidemocrático como el pedido de intervención de la UCR nacional. De esta manera, lejos de intentar fortalecer al radicalismo tucumano, lo único que consiguen es ir en contra del propio partido.
Esto se debe a que, justamente, intentan destruir el legado del radicalismo que pasa por la democracia y la institucionalidad, conceptos y valores que se dan de bruces cuando la UCR Tucumán queda expuesta a los deshonestos tejes y manejes de dirigentes sin escrúpulos que se la pasan exhibiendo una doble moral cuando les toca retornar a estos pagos.
Si para muestra basta un botón, José Seleme tiene el descaro de pedir la intervención de la UCR local mientras que sin ningún empacho se muestra en las redes sociales con quien se desempeña como el Vicejefe de Gabinete del Interior, Lisandro Catalán, quien suena como el posible candidato a diputado nacional este año por la Libertad Avanza. ¿Acaso Seleme espera que le tiren un hueso desde el oficialismo nacional?
🤝 Me reuní con el Vicejefe de Gabinete del Interior,@catalanlisandro
— Pepe Seleme (@PepeSeleme) February 25, 2025
⁰Hablamos del verdadero estado de Tucumán y en qué se está gastando la plata de los tucumanos.⁰👉 Sin transparencia, no hay confianza. Por eso, es clave una ley de acceso a la información pública. pic.twitter.com/RYm6mQ5jHy
Para colmo, Seleme se da el lujo de manifestar que “sin transparencia, no hay confianza”. Lo cierto es que si algo sobra en este personaje es, justamente, su opacidad y doble moral para exigir desde Tucumán la intervención de la UCR a las autoridades nacionales del centenario partido. Es por ello que viene bien recordar lo expuesto por Hernán Rossi, Secretario General de la Convención Nacional del Radicalismo, que es el órgano máximo de la UCR Nacional.
“Arturo Illia lo advirtió con claridad: “No les tengo miedo a los de afuera que nos quieren comprar, sino a los de adentro que nos quieren vender”´, señaló al tiempo que se refirió en las redes sociales a los conocidos como radicales con peluca a nivel nacional, entre los que sobresale el ex intendente de Yerba Buena, Mariano Campero, sobre el cual, Hernán Rossi señaló que es “la prueba viva de esa advertencia” brindada en su momento por el ex presidente radical.
“En nombre de un falso debate de ideas, estos diputados han decidido claudicar sus principios para convertirse en meros satélites de Javier Milei”, señaló Hernán Rossi sobre Campero, quien se ocupa de vender por migajas los valores del radicalismo, los mismos que lo llevaron a ser elegido por el pueblo tucumano y que ahora cambiar por migajas al gobierno nacional, por lo que también de esa manera contribuye en contra del centenario partido.
En esa línea, agregó una serie de críticas que también les caben a los dirigentes de la “franquicia” de Roberto Sánchez como el caso de Alejandro Molinuevo, Silvia Elías de Pérez, el propio José Seleme y también José Cano aunque haya hecho “rancho aparte” en la Legislatura tucumana. Y es que, de acuerdo a las palabras de Hernán Rossi, se trata de críticas que les viene como anillo al dedo a estos radicales.
“No defienden la educación pública, tampoco el federalismo. Mucho menos a los jubilados y ni hablar de las instituciones democráticas. Ellos trabajan para desdibujar la identidad del partido y alinearlo con un gobierno que desprecia el rol del Estado y la política como herramienta de transformación. No están construyendo un nuevo radicalismo, están dinamitando sus cimientos”, señaló Rossi.
Arturo Illia lo advirtió con claridad: "No les tengo miedo a los de afuera que nos quieren comprar, sino a los de adentro que nos quieren vender." Y hoy @mariano_campero, @LuisPicat, @CerviPablo y @MartinArjol son la prueba viva de esa advertencia.
— Hernán Rossi (@rossiucr) February 25, 2025
En nombre de un falso debate… pic.twitter.com/nKSdTyQb7C
“Y la historia no recuerda con indulgencia a los que traicionan sus banderas por un puesto en el poder”, finalizo su exposición Hernán Rossi en la red social X, ex Twitter. En definitiva, la historia de la UCR también juzgará a legisladores y dirigentes radicales que, aunque no hayan firmado el pedido de intervención, se encargaron por otros medios de operar a favor de la desintegración del centenario partido, como es el caso del legislador Manuel Courel, hombre que responde Campero y es integrante del bloque con Elías de Pérez y Seleme, entre otros.
Y es que para ellos la UCR un partido que no integran porque no lo representan por la sencilla razón de que los ideales que están defendiendo hoy son diferentes del que emana de la UCR. Entonces, lo que están buscando es dañar el sello del radicalismo, por lo que deberían desistir en la intentona de hundir todavía más al radicalismo con su hipocresía y su doble moral que los hace creer que ellos siguen con los ideales del radicalismo.
Cuando a todas luces resalta de parte de la opinión pública tucumana que se van a Buenos Aires y dejan sus ideales para levantar los valores de los libertarios, avergonzando a millones de simpatizantes radicales y haciendo que se revuelquen en sus tumbas desde Illia hasta Alfonsín, si pudieran contemplar cómo utilizan a la UCR para su propio beneficio a costas de los genuinos intereses del pueblo tucumano.
