Los ingentes esfuerzos que lleva adelante el Gobierno para detener la escalada de los dólares libres y la más preocupante ampliación de la brecha cambiaria no incidieron aún sobre el mercado oficial. Allí se comprueba que, incluso con el auxilio del dólar soja, al Banco Central (BCRA) le cuesta cada vez más comprar divisas para tratar de recomponer su exigua tenencia de reservas.
Esto volvió a quedar a la vista hoy, al replegarse algo más de un 42% la oferta de dólares por el canal que valida las compras del ente monetario a $300 (cayó de US$105,8 millones del lunes y US$61,2 millones de ayer a solo US$35,4 millones hoy). Eso obligó al ente que encabeza Miguel Pesce a sacrificar US$49 millones para poder dar curso a los pedidos de compra que habían resultado validados y no podían ser atendidos por la oferta privada en una jornada en que se operaron US$516,3 millones en total.
“El BCRA compró unos US$35 millones a $300 y vendió US$84 millones en el MULC. Eso da como resultado una venta neta de US$49 millones a $164,85 por dólar (prorrateando la absorción sobre la venta neta)”, explicó el economista Salvador Vitelli.
A la vez, eso eleva los montos acumulados de pérdida patrimonial (por comprar “caro” lo que vende más “barato”) hasta los $63.557 millones en lo que va de esta tercera edición del Programa de incentivo Exportador, al tiempo que provocó que haya emitido por la misma razón unos $273.257 millones “extra”, según cálculos del analista de Romano Group.
Desde el BCRA dicen que el “rojo del día se explica por las operaciones que quedaron postergadas desde el viernes pasado, en alusión al cambio normativo que trabó la demanda importadora totalmente ese día y bastante en la rueda siguiente. “Son esas operaciones las que alimentaron en esta jornada la demanda de divisas”, justifican.
Los problemas que enfrenta el BCRA para recomprar reservas aún con las “zanahorias” del dólar soja y el agro en vigencia casi plena explican las permanentes gestiones que el ministro Sergio Massa realiza ante los distintos organismos multilaterales de crédito para lograr nuevos préstamos. Un ejemplo de eso son las decisiones tomadas en las últimas horas tanto para tratar de recortar la demanda de divisas (la norma por la que el BCRA espera diferir pagos por importaciones de servicios profesionales y fletes en unos US$2000 millones este año), como para ampliar la oferta (la resolución 156/2023 publicada ayer para sumar a las exportaciones de sorgo, girasol y cebada, aunque con cupos, al dólar diferencial).
A eso se agrega, por caso, el nuevo acuerdo logrado con China para que las importaciones que tengan ese origen puedan ser canceladas por la Argentina con los yuanes que recibió el BCRA gracias al acuerdo de monedas suscripto desde hace años con su par del gigante asiático. El anuncio lo hizo hoy el propio ministro Massa al recibir al embajador de China en el país, Zou Xiaoli, y representantes de empresas de diversos rubros involucradas en el comercio entre ambos mercados.
El entendimiento, según números del Gobierno, permitiría que este mes se reemplacen US$1070 millones en operaciones de comercio exterior que se iban a pagar en dólares por yuanes, dado que corresponden a importaciones de China. De allí en más se supone que dejarán de importarse US$790 millones en esa moneda por mes (son operaciones que pasarían a hacerlo en yuanes), aprovechando el swap con China, cifra que supone algo así como el 12% del total de importaciones locales.
Todo mientras el BCRA sigue acelerando fuerte la depreciación del tipo de cambio oficial al que dejó subir en la jornada en $0,70 (cerró a $221,17/221,57 por unidad para la compra y venta, respectivamente), lo que hace que se venga desplazando a una “tasa mensual ya por encima del 8% mensual desde hace unos días, lo que proyectado anualmente supone un ritmo de devaluación próximo al 160%”, hizo notar el economista Andrés Borenstein, de la consultora Econviews.
Con la venta del día, el saldo de intervenciones del BCRA sobre el mercado cambiario en lo que va del mes cayó a unos US$187 millones, en tanto el déficit en el año vuelve a superar los US$2900 millones. Todo pese a que está en vigencia el nuevo PIE desde hace doce ruedas.
Al respecto, los analistas de Portfolio Personal Inversiones (PPI) explican que las liquidaciones por dólar “soja” están perfiladas para seguir menguando. “Por un lado, porque los exportadores no tendrían mucha más soja por liquidar y los productores, a un precio efectivo percibido inferior al previo al lanzamiento del programa (dada la disparada de los dólares), seguirían renuentes a vender”, ampliaron.
“En base a estos elementos, no cabe esperar que las reservas netas crezcan mucho más desde el nivel actual de US$1086 millones. Si a esto le adicionamos que ayer se habrían utilizado unos US$47 millones para intervenir en paralelos (pagando la paridad contra D y C) y que deben realizarse pagos al FMI por US$1350 millones correspondientes al Stand By firmado en 2018, tenemos la certeza de que la tensión va a continuar”, advierten.