La cercanía a las elecciones primarias comienza a palpitarse. A menos de un mes de que los argentinos acudan a votar a las urnas, la dolarización de carteras se aceleró y le metió presión a los tipos de cambio libre. Una situación que se combina con la falta de reservas en el Banco Central (BCRA), la falta de acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), la constante emisión de pesos y el avance de los precios de la economía. Es así como esta semana, luego de más de dos meses de calma, los dólares libres se despertaron y encararon la quinta rueda consecutiva al alza.
Este viernes, la City porteña volvió a quedar en el centro de atención. Los arbolitos y cuevas vendieron los billetes verdes a $522, una suba de $10 frente al cierre anterior (+2%). De esta manera, el tipo de cambio paralelo volvió a marcar un nuevo récord nominal y acumuló un avance de $30 en los últimos cinco días (+6,0%). A modo de comparación: empató a inflación de todo junio (fue del 6%).
“Como en cada oportunidad que hay elecciones en la Argentina, la propensión a dolarizar ahorros se intensifica conforme la fecha se va aproximando. La suba de estos días me parece que corre por el hecho de que hay demasiados pesos sobrantes y cualquier activo sirve para desprenderse de ellos, formando una cartera de cobertura que proteja contra el aumento de precios. Es decir, se compra lo que hay: acciones, bonos y, obviamente, dólares. La situación económica no muestra signos de mejora evidente y, por lo tanto, las expectativas negativas se mantienen y disparan conductas conservadoras, que derivan casi siempre en dolarizar y esperar”, consideró Gustavo Quintana, operador de cambios en PR.
La última vez que se había registrado un avance similar fue a finales de abril, aunque en ese entonces la escalada fue de 19% en diez días, luego de que se conociera un dato de inflación mucho mayor al esperado. Para ponerle fin a la corrida cambiaria, el Gobierno desplegó una serie de medidas para contener las cotizaciones libres, que incluyó la suba de tasas de interés más alta de las últimas 20 años e intervenciones diarias en los tipos de cambio financieros.
Esta estrategia continúa hasta el día de hoy, pero la cercanía a las elecciones amenaza con ponerla en jaque. En parte, porque los ahorristas que constituyan un plazo fijo hoy, recibirán los intereses después de conocerse el resultado de las PASO. E, históricamente, los argentinos tienden a pasar las elecciones en moneda dura por un eventual salto. Otro tanto, porque para intervenir sobre los financieros, el Banco Central necesita algo que escasea: dólares.
“Esta semana se notó un ‘despertar’ de los tipos de cambio alternativos. Hay renovado interés por dolarizar carteras de cara a las elecciones y, sumado a eso, la incertidumbre adicional que imprime la negociación con Fondo Monetario Internacional. Hasta ahora, desde que BCRA comenzó a intervenir los financieros a fines de abril, había logrado cierto control. Pero hoy la demanda es mayor, las reservas netas perforan los US$7.000 millones y el poder de fuego del ente rector se acota y pierde eficacia”, agregó Andrés Reschini, economista de F2 Soluciones Financieras.
Este viernes, los tipos de cambio financieros registraron variaciones dispares, dependiendo del activo con el cual se operó. El dólar contado con liquidación (CCL) mediante la compra-venta de Cedears, considerado “libre” debido a que las intervenciones oficiales no le impactan directamente, cotizó a $540,39. Fue un salto diario de $14,4 (+2,7%), mientas que en la semana acumuló $23,72 (+4,6%).
En cambio, los financieros “controlados” cayeron al final del día, luego de que el Gobierno interviniera fuertemente a través del mercado de bonos para ponerles un techo. El contado con liqui con GD30 cerró a $518,04, una baja de $6,5 (-1,2%). En este caso, en la rueda anterior había trepado $25. El MEP con GD30 retrocedió $2,50, hasta los $485,31 (-0,5%).
Muy por debajo se encontró el tipo de cambio oficial minorista, que cotizó a $265,05. A cuentagotas, subió $0,6 en el día (+0,3%), por lo que la brecha frente al blue se expandió por encima de un 98%.
Bonos y acciones
Hoy, las acciones argentinas se tomaron una pausa. El S&P Merval operó en las 443.303 unidades, un descenso del 1,7% frente ayer. En el panel principal, que reúne a las principales empresas del país, el Grupo Financiero Galicia registró una caída del 3,8%, seguido por el Banco Supervielle (-3,2%) y Ternium (-2,9%).
Lo mismo se replicó entre las acciones argentinas que cotizan en Wall Street (ADR). Este viernes, una jornada marcada por los números en rojo a nivel global, bajaron los papeles de Grupo Financiero Galicia (-6,2%), el Banco Macro (-6,2%), Edenor (-6,2%), Transportadora de Gas del Sur (-5,7%), Banco Supervielle (-5,7%) y Telecom Argentina (-5,7%).
Los bonos del último canje de deuda también transitaron la rueda en terreno negativo, a la espera de que el Gobierno concrete un nuevo acuerdo con el FMI. Los Bonares presentaron caídas de hasta un 2,72% (AL30D) y los Bonares, del 1,72% (GD35D y GD41D). En consecuencia, el riesgo país trepó 75 unidades y terminó la semana en los 2112 puntos básicos (+3,5%).
“Hay volatilidad en deuda soberana y equity local, también natural en este contexto. Desde que Sergio Massa es candidato formal, los futuros de dólar se ven bastante corridos hacia arriba en términos de tasa en la parte corta de la curva. Esto refleja también la preocupación del mercado hacia lo que queda de este mandato presidencial y en el período de recambio hacia fines de diciembre. Todavía hay mucho por definirse y riesgos latentes que llevan al mercado a tomar cobertura”, cerró Reschini.