El mercado cambiario tuvo otro día de estabilidad tras el salto que el dólar pegó el miércoles y bajó 30 centavos para cerrar en $44,30 en el Banco Nación (BNA). El dólar mayorista, en tanto, bajó 29 centavos con la tasa de interés de referencia del Banco Central encima del 68%, el mismo nivel que tenía en octubre, al inicio del programa monetario acordado con el FMI.
La divisa que negocian grandes operadores empezó el día en $43,40, pero al mediodía se consolidaba la baja a $43,34. Lo mismo pasó con el minorista en el BNA, que inició la rueda a $44,60 y la terminó a $44,30.
Sin embargo, el Banco Central (BCRA) no consiguió hacer retroceder la divisa estadounidense un poco más y terminó la semana $1,30 más caro que en las pizarras del lunes en la city porteña.
El jueves, la autoridad monetaria cambió una regulación para permitir a los bancos adquirir más Letras de Liquidez (Leliq) con la intención de que las entidades financieras estén más tentandas en salir a captar depósitos en pesos y suban las tasas de los plazos fijos.
Esa jugada descomprimió en parte la presión alcista del dólar, luego de que el tipo de cambio mayorista tocara los 45 pesos.
Desde el inicio de la semana, nuevos controles de cambios impuestos en Turquía provocaban una corrida contra la lira, que derramaba en el resto de los mercados emergentes y, sobre todo, en la Argentina. A eso se sumaron malos datos de actividad económica en Europa y un recrudecimiento de las tensiones comerciales, que hicieron temer a los inversores por una probable recesión global. Por eso, la cautela se disparó y los rendimientos de los bonos del Tesoro estadounidense se volvieron negativos. La contracara: menos inversores están dispuestos a tomar riesgos en mercados como el argentino.