En términos financieros, el gobierno de Alberto Fernández terminó este jueves cuando sonó la campana de cierre del mercado. Al revisar los números con los que el Frente de Todos entró a Casa Rosada y aquellos que deja al salir, se pueden inferir algunas de las razones que llevaron a la mayoría de los argentinos a optar por la alternativa no oficialista en el balotaje.
La inflación acumulada, la suba del dólar y el crecimiento de los pasivos remunerados del Banco Central, entre otros puntos, hablan de una gestión con pocos resultados positivos para mostrar. A continuación, un desglose por las cifras que pusieron en jaque a la economía durante los últimos cuatro años.
1. Inflación: 900%
Cuando Alberto Fernández llegó al poder, la inflación interanual (a octubre de 2019) había sido de 42,2%. En el mismo mes de este año, los precios habían acumulado un alza interanual de 142,7% que probablemente haya escalado en noviembre -aunque el dato oficial se conocerá el miércoles que viene-.
“Mientras que en los cuatro años de la administración de Cambiemos los precios se habían multiplicado por 4, en la gestión Fernández (proyectando noviembre con 11,5%), el Índice de Precios al Consumidor se multiplicó por 10,2. Es decir, la inflación acumulada fue 919%”, estimó GMA Capital.
2. Dólar oficial: 500% más caro
La gestión de Alberto Fernández -especialmente durante el tiempo que Martín Guzmán estuvo al frente del ministerio de Economía- se esforzó por evitar un salto cambiario brusco en el valor del oficial. Si bien multiplicó la cantidad de recargos e impuestos sobre la divisa para encarecer el acceso minorista al billete estadounidense, el segmento mayorista se deslizó lentamente la mayor parte del tiempo.
Este año, ya con Sergio Massa en el Palacio de Hacienda, hubo una devaluación de 22% en el tipo de cambio oficial el día posterior a las PASO -para luego congelar el valor por tres meses- y en la última jornada cambiaria de la gestión, el mercado se sorprendió con una depreciación de 5,9% en el peso.
A pesar de los esfuerzos de contención, el gobierno saliente había asumido con un tipo de cambio mayorista de $63 y se fue con uno de $385. Esto significó un alza de 511% en el valor del dólar oficial.
3. Dólar blue: +1300% arriba
En el mercado paralelo, el dólar blue cotizaba $69,50 en diciembre de 2019 y finalizó el último jueves a $990. Así, la suba acumulada en cuatro años fue de 1324% y le ganó tanto a la inflación como al tipo de cambio oficial.
Las cotizaciones que surgen de comprar y vender bonos en la Bolsa también treparon más de 1000% durante la gestión saliente. A pesar de las múltiples regulaciones, trabas e intervenciones, el dólar MEP escaló 1255% y pasó de $72,79 a $986,37. Por su parte, el precio del contado con liquidación fue de $76,60 a $991,40, es decir, que avanzó 1194%.
4. Stock de Leliq: creció 1900%
Los números del Banco Central también mostraron un deterioro importante en los últimos cuatro años. Prueba de ello es la escalada de 1900% en el stock de pasivos remunerados, es decir, Leliq y pases. Al cierre del mandato, la deuda del organismo rondaba los $22 billones frente al $1,1 billón que había dejado la gestión anterior.
En parte, ese crecimiento se explica por la suba de la tasa de referencia, que pasó de 63% nominal anual a 133%. Este aumento de 70 puntos porcentuales generó que los intereses que paga la deuda del Banco Central sean cada vez mayores, aun cuando la tasa no le ganó a la inflación.
5. Reservas netas: US$22.600 millones menos
Otra cifra que preocupa a los analistas es la de reservas. Las arcas del Banco Central retrocedieron US$22.577 millones, ya que pasaron de US$43.785 millones el 10 de diciembre de 2019 a US$21.208 millones este jueves.
En términos netos, en tanto, se encuentran en terreno negativo desde hace varios meses. Sobre este punto, GMA Capital detalló: “Macri terminó su mandato con un stock de reservas netas de US$12.000 millones. Por su parte, la gestión del Frente de Todos entregará el mando con reservas netas de -US$10.600 millones, representando una erosión de US$22.600 millones”.
La escasez de reservas fue agudizada durante el gobierno del Frente de Todos por los pagos de deuda y la fuerte sequía. Ese contexto obligó al gobierno saliente a ajustar varias veces el cepo cambiario, así como a trabar las importaciones.