
El presidente se pronunció sobre los ataques contra las bases militares norteamericanas en Medio Oriente; se reunió con el Consejo de Seguridad Nacional
WASHINGTON.- En medio de la alarma global que encendió una represalia de Irán contra Estados Unidos tras el bombardeo a sus instalaciones nucleares, con disparos de misiles dirigidos a bases norteamericanas en Qatar e Irak, el presidente Donald Trump tardó tres horas para reaccionar en su red Truth Social, en un mensaje en el que agradeció a Teherán por “avisar con antelación”.
“Irán ha respondido oficialmente a nuestra obliteración de sus instalaciones nucleares con una respuesta muy débil, que esperábamos y hemos contrarrestado muy eficazmente. Se han disparado 14 misiles: 13 fueron derribados y uno fue ‘liberado’ porque se dirigía en una dirección no peligrosa. Me complace informar de que ningún estadounidense resultó herido, y apenas se produjeron daños. Y lo que es más importante, lo han sacado todo de su ‘sistema’, y es de esperar que no haya más odio”, escribió Trump en el inicio de su mensaje, que pareció apuntar a una desescalada de la crisis.
“Quiero dar las gracias a Irán por avisarnos con antelación, lo que hizo posible que no se perdieran vidas y que nadie resultara herido. Tal vez Irán pueda ahora proceder a la paz y la armonía en la región, y animaré con entusiasmo a Israel a que haga lo mismo”, afirmó. “¡Felicitaciones, mundo! ¡Es tiempo para la paz!“, añadió en otro posteo.
Iran has officially responded to our Obliteration of their Nuclear Facilities with a very weak response, which we expected, and have very effectively countered. There have been 14 missiles fired — 13 were knocked down, and 1 was “set free,” because it was headed in a…
El presidente norteamericano se encontraba en una reunión pautada de antemano con sus asesores del Consejo de Seguridad Nacional -tal como anunció la Casa Blanca anoche- cuando las fuerzas iraníes lanzaron su ataque contra la base Al Udeid, la más grande de Estados Unidos en Medio Oriente, con más de 10.000 soldados. Es además la sede de su Comando Central.
Entre otros funcionarios, el secretario de Defensa, Pete Hegseth, y el jefe del Estado Mayor Conjunto, general Dan Caine, estaban en la Sala de Crisis junto a Trump “monitoreando las posibles represalias iraníes”, según un alto funcionario de la Casa Blanca citado por la CNN.
Quien primero había publicado la versión del aviso de Irán a Estados Unidos había sido la periodista Farnaz Fassihi en The New York Times. “Tres funcionarios iraníes familiarizados con los planes dijeron que Teherán avisó con antelación de que se iban a producir ataques, como forma de minimizar las bajas“, escribió.
Los funcionarios señalaron que Irán necesitaba simbólicamente devolver el golpe a Estados Unidos, pero, al mismo tiempo, llevarlo a cabo de una manera que permitiera a todas las partes una puerta de salida al conflicto. “Lo describieron como una estrategia similar a la de 2020, cuando Irán avisó a Irak antes de disparar misiles balísticos contra una base estadounidense en ese país tras el asesinato de su principal general”, explicó Fassini, en referencia a Qassem Soleimani. El posteo posterior de Trump dio crédito a lo publicado.
Más de una hora después de que se informaran las explosiones sobre Doha y Lusail, Trump había hecho un posteo en Truth Social a las 14.10 (hora de Washington), pero la publicación del presidente fue una queja sobre el escepticismo de los medios de comunicación sobre su declaración de que las tres instalaciones nucleares de Irán atacadas por Estados Unidos hacían sido “totalmente destruidas”. Trump criticó a las cadenas CNN, la ABC y la NBC, y afirmó que tenían “cero credibilidad”. Ni una palabra hasta allí de lo ocurrido en Qatar e Irak.
Luego, sí, Trump le agradeció vía Truth Social al “muy respetado emir de Qatar por todo lo que ha hecho en pos de la paz en la región”, en referencia a Tamim bin Hamad al-Thani.
El régimen de los ayatollahs informó que la cantidad de misiles usados en el ataque coincidió con el número de bombas lanzadas por Estados Unidos en sus instalaciones nucleares en la madrugada del domingo en Irán, y que apuntó a la base aérea Al-Udeid porque estaba lejos de áreas pobladas.

El Departamento de Defensa norteamericano confirmó que Irán disparó múltiples misiles de corto y medio alcance contra la base. “En este momento, no hay informes de víctimas estadounidenses”, informó en un comunicado. “Estamos siguiendo de cerca esta situación”, añadió.
Las imágenes por satélite de la base de Al-Udeid tomadas esta mañana mostraban que estaba casi vacía de aviones antes del ataque iraní. En cambio, en las imágenes captadas por Planet Labs antes de que Israel iniciara su campaña de bombardeos contra objetivos del plan nuclear de Irán, el 13 de junio, se veían decenas de aviones en las instalaciones.
En mayo pasado, durante su gira por Medio Oriente, Trump había visita la base aérea Qatar, considerada “esencial para la seguridad regional” por el Pentágono.
“No tengo nada más que hacer. Así que vamos a divertirnos un poco”, dijo el presidente en ese momento a las tropas estadounidenses, desde un escenario. En un ambiente similar a un mitin, habló sobre las compras de Qatar de suministros militares norteamericanos y contó varias de sus historias favoritas, incluida una sobre su viaje a Irak durante su primer mandato.
El Ejército estadounidense lleva utilizando Al-Udeid desde septiembre de 2001, cuando movilizó allí aviones para atacar a los talibanes y a la red terrorista Al-Qaeda en Afganistán. Dos años después, Al-Udeid se convirtió en el principal centro de operaciones aéreas de Estados Unidos en la región.
Contactos diplomáticos
Por otra parte, en medio de la dramática escalada en el conflicto en Medio Oriente, la CNN reveló que el enviado especial de Trump a la región, Steve Witkoff, se ha mantenido en contacto con funcionarios iraníes desde los ataques a las instalaciones nucleares, dijeron dos fuentes familiarizadas con el asunto, mientras la Casa Blanca continúa buscando una resolución diplomática al conflicto.
Sin embargo, sus esfuerzos se enfrentan a un importante desafío por parte del líder supremo iraní, el ayatollah Ali Khamenei, con quien los funcionarios iraníes han tenido grandes dificultades para ponerse en contacto después de que se retirara a un lugar oculto en medio de la escalada de tensiones, dijeron las fuentes citadas por la cadena norteamericana.
Los funcionarios estadounidenses entienden que Khamenei, de 86 años, tendrá que dar su visto bueno a cualquier decisión diplomática importante para resolver el conflicto. Pero ahora es más difícil obtener información de él, lo que ha provocado que las comunicaciones entre Washington y Teherán -directas o a través de intermediarios- hayan quedado algo interrumpidas, según los funcionarios.
Mientras, las agencias federales norteamericanas mantienen el máximo nivel de alerta por la posibilidad latente de que Irán o sus grupos afines en Medio Oriente tomen represalias contra objetivos de Estados Unidos.
En un correo electrónico interno enviado el domingo, altos funcionarios del FBI advertían de que Irán y sus aliados “históricamente han atacado intereses estadounidenses en respuesta a acontecimientos geopolíticos, y es probable que intensifiquen sus esfuerzos a corto plazo”.
Las agencias instaron a las oficinas de campo a incrementar la vigilancia y a mantenerse en estrecho contacto con el Departamento de Defensa, incluida la Guardia Nacional, “que puede ser objetivo de represalias”, al tiempo que “debe prestarse especial atención” a las instalaciones militares estadounidenses relacionadas con los ataques en Irán, añadió el correo electrónico.