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Dueños y empleados de locales gastronómicos pidieron al Gobierno que atienda la otra pandemia: la grave crisis económica

Foto: La Gaceta
Descacharreo

Tucumán cerró ayer la semana más dura en cuanto a la cantidad de contagios se registrara desde que comenzó la pandemia mundial de coronavirus allá por mediados de marzo. Con la módica suma de 6 personas más infectadas con COVID-19, nuestra provincia logró un cierto respiro, al tiempo que las autoridades sanitarias consiguieron cierto aire también luego de jornadas agitadas en pos de poder intentar controlar propagación del mortal virus.

Culmina así una semana que ha visto endurecerse muchos controles y cercenarse muchas libertades, tanto individuales como colectivas, tanto de circulación como de comercio. En ese marco, en el día de ayer se vivieron momentos de tensión cuando el sector gastronómico realizó una caravana de protesta por las restricciones interpuestas por el gobierno provincial. Esta manifestación estuvo a cargo de dueños y empleados de bares y restaurantes.

Negocios

La caravana llegó hasta la misma Casa de Gobierno para hacer visible su reclamo. Y es que esta semana, el horario de apertura de sus locales, se ha visto drásticamente reducida ya que pasó del cierre previsto anteriormente de la 1 de la mañana, a ubicarse en las 22 horas. Por lo que la posibilidad de trabajo y de consecuente recaudación, se vio notablemente afectada ya que es el horario habitual en el que los tucumanos concurren a cenar.

Por esta razón, los afiliados a la Cámara de Actividades Gastronómicas decidieron juntarse en la plaza Urquiza para partir de allí rumbo a la Casa de Gobierno para poder protestar. Además, cabe destacar que el Comité Operativo de Emergencia (COE) dispuso durante la semana que sólo hasta 3 clientes por mesa podrían ubicarse dentro de los locales. Asimismo, esta marcha les permitió hacer visible otro reclamo que tiene varios meses ya.

SEPARA

Y es que pidieron que se implementen medidas económicas impositivas de emergencia en medio de la profunda crisis financiera que atraviesan los locales gastronómicos, tanto bares como restaurantes. Por esta razón, solicitaron asistencia económica y beneficios tributarios. Y es que el peligro de que cierren definitivamente locales esta clase es una amenaza contundente y real. Algo parecido pasa también con los comercios.

A todo esto, los funcionarios gubernamentales se apoyan en las autoridades sanitarias que sólo velan por evitar que se produzca la tan temida circulación comunitaria del coronavirus. En esa línea, la Ministra de Salud, Rossana Chahla admitió que su obligación es la de detectar todos los focos de contagios que puedan aparecer. También aseguró que desde el Estado provincial se está muy vigilante en este sentido, lo cual no corre para el ámbito económico.

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Y es que la otra pandemia que amenaza a Tucumán, es justamente la de la profundización de la crisis económica. A la ya existente pérdida de trabajos en más de 100 días de pandemia combinada con la cuarentena más larga del mundo, se le deberá agregar los locales comerciales y las pequeñas empresas que cerrarán definitivamente sus puertas ante la falta de acción de la clase política en su conjunto, tanto oficialista como opositora.

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