Siesta calurosa y cortes en el servicio eléctrico fue la combinación explosiva que hizo saltar la térmica de los usuarios tucumanos. Y es que pareciera ser que en Tucumán se paga la boleta de EDET para que corten la luz. Es por ello que ayer, muchos estaban que ardían de la bronca y no es para menos, con una siesta agobiante de martes en la que no hubo aire acondicionado ni ventilador que aplaque tanto calor ni tanta bronca de los usuarios del servicio eléctrico.
Y es que justo en el primer día oficial de verano se quedaron sin luz en distintos sectores de la provincia. Muchos dejaron por un momento de abanicarse para volcar su indignación a las redes sociales donde EDET fue el blanco fácil de los insultos, críticas y comentarios de todo tipo. A los tucumanos les saltó la térmica. Pero, además de ello, cabe mencionar que el blanco de las críticas debe ser el (supuesto) Defensor del Pueblo, Eduardo Cobos.
Aunque, en realidad, dado su vasto historial de inacción frente a las demandas de parte de los ciudadanos para con EDET, todo pareciera indicar que Eduardo Cobos defiende la posición y los intereses de la empresa de electricidad que la de los damnificados. Lo más grave de todo esto es el hecho de que el Defensor del Pueblo brilla por su ausencia cuando debería estar más presente que nunca.
Sobre todo, en un marco en el que el ombudsman no hace más que evidenciar su clara inacción en este tema. Y es que él podría intervenir de oficio en este tipo de hechos y, sin embargo, no hizo nada al respecto. Y está claro que tampoco hará nada en el futuro cuando lo que ocurrió en materia de corte de energía eléctrica no es más que un intento de disciplinamiento por parte de EDET para ir avanzando en la domesticación de los usuarios de cara al verano que inició ayer.
Muchos de los que se expresaron en las redes apuntaron a que los cortes programados por la empresa se extendieron más tiempo de lo que habían anunciado, mientras que a muchos otros les pareció que el horario elegido para el corte del suministro eléctrico no era el más propicio. EDET sigue con sus mentiras, en su comunicado dice que los cortes serán de una hora y hay lugares que ya llevaban más de dos horas sin energía eléctrica.
La realidad es que la elección de Eduardo “Lalo” Cobos como Defensor del Pueblo quedará en la historia, a causa de los reales intereses que el ex legislador persigue. Y es que no se trata de un funcionario que defienda al pueblo, sino más bien defiende a EDET. En definitiva, hasta aquí quedó demasiado evidenciado que el ombudsman se encuentra muy lejos de la posibilidad de poder ejercer de forma digna el cargo de “Defensor del Pueblo”.
Y es que para el ex legislador sus propios intereses y el abultado sueldo que percibe son más importantes que defender a los civiles de los abusos de las empresas de servicios, como es el caso de EDET, que deja a Tucumán sin luz mientras que cobra las tarifas más caras del país, que de parte de la empresa hayan comunicado que el corte de luz obedecía a la razón de “evitar colapsos” es una verdadera falta de respeto.
Un insulto al que Eduardo Cobos le pone la otra mejilla y no devuelve el golpe. ¿Será porque forman una especie de sociedad espuria en la que le ombudsman protege a la empresa? En este contexto, resulta más que sugestivo y sospechoso el hecho que la oficina de la Defensoría del Pueblo cerrara justo antes de los cortes de electricidad masivos por casos de contagios por COVID-19.
Ni una mínima y miserable guardia que pudiera atender los innumerables reclamos de los usuarios que no tuvieron más remedio que volcar sus quejas en las redes sociales en una especie de catarsis colectiva. Mientras tanto, Eduardo Cobos debe andar pergeñando algún ardid para hacer frente a la defensa, pero de la empresa que se siente a gusto con un ombudsman que le da la espalda a la sociedad y permite que EDET se salga con la suya.
¿Hasta cuándo será así?
