La noticia que enluta a los tucumanos se confirma con el reconocimiento del cuerpo del niño hallado durante esta tarde en Los Bulacio. Oscar, abuelo del chiquito, fue el encargado de confirmar que el cuerpo encontrado en la mañana de este viernes pertenece a Brian Exequiel Galván, buscado desde el domingo tras haber desaparecido en los márgenes del Río Salí.
“Era su pantaloncito que tenía puesto y les agradezco a todos”, fueron las escuetas palabras con las que el familiar declaró a la prensa la triste noticia.
A 21 kilómetros del lugar donde Brian Ezequiel Galván fue visto por última vez el domingo 14 de febrero en las márgenes del Río Salí, los efectivos de la División Policía Lacustre hallaron este viernes el cuerpo del niño de tres años sobre un banco de arena, que se pudo ver por el descenso del caudal del rio, a 4 kilómetros del puente de Los Bulacio.
“El cuerpo del niño fue encontrado sobre un banco de arena, que se formó ante la disminución del caudal del río, a 4 kilómetros hacia el norte del puente, en un lugar inaccesible al que solo podía llegar el personal especializado de Policía Lacustre. Cuando vieron el cuerpo sin vida de un niño, hicieron la técnica de rescate y lo trasladaron a tierra firme, donde personal del Cuerpo Médico Forense realiza el trabajo pericial para luego determinar el reconocimiento del niño por parte de los familiares”, explicó el Jefe de la Unidad Regional Este (URE), Comisario Mayor Carlos Valdéz, quien supervisó todo el operativo de búsqueda del niño. El Comisario detalló que el menor tenía puesto un pantalón corto color negro que coincidiría con el que tenía en el momento de su desaparición. Tanto el cuerpo como los elementos hallados fueron puestos a disposición de la Justicia provincial, para su investigación.
“La Policía desplegó todos los días a unos 200 efectivos de distintas áreas abocados a la búsqueda por aire, agua y tierra del pequeño Brian. De acuerdo a las características periciales que surgían durante la investigación una de las hipótesis que seguíamos era que el niño había sido arrastrado por la corriente del río. Durante los primeros días de búsqueda en el agua, el caudal fue sumamente intenso, lo que impidió un rastrillaje más profundo, con los inconvenientes de los sedimentos y la basura que corre por el lecho del río”, señaló Valdez, quien agradeció la valiosa colaboración del gobierno de la provincia al poner a disposición su helicóptero para la búsqueda por aire. El trabajo de los perros de la Policía adiestrados para la búsqueda de personas también fue clave para orientar a los investigadores.
El oficial principal Adrián Gonzáles, sargento César Aparicio, cabo Augusto Naranjo y el agente Ramón Benítez son los efectivos especializados de la Policía Lacustre que hallaron este viernes el cuerpo del niño, mientras navegaban en dos embarcaciones río abajo desde el Puente Lucas Córdoba.
“Al bajar su caudal, el agua va dejando otros lugares a la vista, como islas con arenas y cañaverales, que no aparecían antes. Como lo hacían todos los días, los efectivos descendían en esos lugares sospechosos y si no encontraban nada, continuaban. En una de esas ocasiones que se detuvieron hoy encontraron el cuerpo del menor. Luego, con medidas de seguridad y técnicas trasladaron el cuerpo a tierra firme”, detalló el Comisario Principal Mario Herrera, Jefe de la División Policía Lacustre, quien precisó que fue hallado en un punto que se encuentra a dos horas de navegación y a unos 21 kilómetros desde el lugar donde cayó el niño.
“El personal recorría unos 40 kilómetros por día en canoas el lecho del río desde Banda del Río Salí hasta Santa Rosa de Leales. Era un trabajo lento porque se debía bajar por el río con precauciones y la menor posible velocidad para visualizar bien los puntos sospechosos”, acotó Herrera y resaltó el trabajo del director y subdirector de Bomberos de la Policía, Comisario Mayor Segundo Herrera y el cabo Miguel Góngora, quienes colaboraron en otra embarcación en el rastrillaje por agua.
El pequeño Brian fue visto por última vez el domingo, cerca de las 16. Había ido a jugar a la casa de un vecinito en su bicicleta, a dos casas de donde él vivía, en el Barrio La Milagrosa, en Banda del Río Salí. Pero la madre de su amigo le indicó que debía volver con su familia ya que ellos debían salir. Al parecer, el niño se habría quedado jugando cerca del lugar. Su bicicleta fue encontrada poco después en la calle, a pocos metros de las márgenes del Salí.