El Banco Central (BCRA) tuvo más dificultades de las esperadas para acumular reservas en junio. Con menos días hábiles, el organismo encara a partir del lunes las últimas cinco ruedas del mes e intentará recomponer el saldo de compra de divisas.
En la última jornada previa a los feriados, la entidad vendió US$156 millones, el mayor monto desde que arrancó el gobierno de Javier Milei. Con esa operación, las compras netas del mes cayeron a US$25 millones.
Aún si el organismo aumentara el ritmo de compras en los próximos días, parece difícil que pueda acercarse a las marcas de los meses anteriores. Entre diciembre y mayo las compras promediaron los US$2745 millones mensuales. Abril fue el mes con mejores números, al sumar US$3345 millones a las arcas del BCRA, en coincidencia con el inicio de la cosecha gruesa.
A pesar de los problemas para acumular reservas, el Gobierno y el FMI acordaron aumentar la exigencia de la meta de reservas netas para el cierre del segundo trimestre y la llevó de US$9200 millones a US$10.900 millones.
Menos oferta a la espera de cambios en el dólar blend
Hay varias cuestiones que se conjugan para explicar las complicaciones que tuvo el BCRA para acumular divisas en junio. Por el lado de la oferta de divisas, uno de los puntos tiene que ver con el tipo de cambio exportador (dólar blend) que se valúa combinando un 80% al valor oficial y un 20% al contado con liquidación.
“No es un tipo de cambio alentador para un modelo exportador”, evaluó un banquero de la City que hacía referencia a la decisión del Gobierno de mover apenas 2% por mes el precio del dólar oficial. Ese ritmo favorece que los exportadores tomen deuda en pesos para financiarse en lugar de liquidar su stock, a la espera de un valor más conveniente.
En los últimos días, ese frente sumó ruido porque el staff del FMI aseguró que el esquema finalizaría al cierre de junio, pero funcionarios del equipo económico salieron a desmentirlo en redes sociales.
Más importaciones complican la acumulación de reservas
Por el lado de la demanda, el esquema de pago en cuatro cuotas mensuales para las importaciones cada vez tiene menos efecto. Durante los primeros meses del año, en cambio, eso le permitió al BCRA administrar las importaciones y liberar las compras al exterior reprimidas durante el final del mandato de Alberto Fernández.
“La demanda estacional de importaciones de energía y la finalización del hándicap que se tomó el Gobierno con la calendarización de importaciones, sumado a la necesidad de usar el tipo de cambio como ancla inflacionaria (reduciendo trabas para algunas importaciones de modo de bajar la presión inflacionaria en el mercado de bienes) está afectando la capacidad de acumulación de divisas del BCRA”, afirmó un reporte de Aurum.
Y resaltó: “Mientras hasta abril lograba quedarse con divisas bien por encima de lo que le liquidaba el agro, ahora no consigue siquiera retener los montos liquidados por la agroindustria”.
Los analistas de LCG coincidieron y señalaron que la moderación en la acumulación de reservas responde al efecto combinado de un mayor acceso al mercado cambiario oficial de los importadores y cierta demora para la liquidación de la cosecha, que no termina de ser compensada por la suba del dólar blend luego del aumento que se vio en el dólar financiero.