El Banco Central (BCRA) aceleró esta semana el ritmo de devaluación del peso: dejó subir al dólar mayorista de $235,75 a $240,85, es decir, en $5,10, lo que supone “el mayor ajuste nominal semanal desde agosto de 2019″, hizo notar el operador y analista Gustavo Quintana, de PR Cambios.
Así, tiende a confirmarse que junio se inició con una aceleración significativa en el crawling peg, que había arrancado a una tasa efectiva mensual (proyectando la tasa diaria) del 9,7% ayer y, aunque la bajó al 9% hoy, parece certificar que el ente monetario se subió a la carrera nominal que, fruto de la aceleración inflacionaria, afecta a toda la economía local. “Es una carrera que parece no ceder, menos aún con la inflación esperada para el mes de mayo”, observaron desde Delphos Investment.
Las tasas mencionadas surgen tras observar que el ente monetario permitió hoy que el tipo de cambio comercial (de acceso cada vez más acotado) se anote en otro avance a de $0,70 en relación al cierre de ayer.
Fue al cabo de una rueda en la que el ente monetario pudo sumar otros US$32 millones para sus muy necesitadas reservas, es decir, quedarse con casi 11% de los US$300,7 millones operados en el día por el segmento de contado, y en el que el remanente de liquidaciones finales vinculadas básicamente al dólar soja significó apenas US$16,1 millones, con lo que el aporte del denominado PIE III llegó ya a los US$5111,9 millones.
De este modo, y gracias al “pico” de US$451 millones adquirido el miércoles (día de cierre del dólar soja III y en la que estas liquidaciones superaron los US$1000 millones) sumó en la semana US$631 millones para sus reservas, un resultado que difícilmente se repita en lo que resta del año.
Todo sucedió al cabo de una jornada en la que el Gobierno y el BCRA festejaron la ampliación del swaps de monedas que el país tiene suscripto con China, es decir, un endeudamiento para tratar de fortalecer las reservas, aunque no se aclararon los costos de esa operatoria y si hay alguna parte del financiamiento que pudiera convertirse a dólares para facilitar intervenciones sobre el mercado cambiario oficial.
Aunque la confirmación de este acceso a un nuevo crédito es importante, en un mundo donde la hegemonía del dólar empieza a ser desafiada (en un informe para la Fundación Friedrich Ebert los analistas Juan Gabriel Tokatlian y Mónica Hirst alertaron que el dólar perdió ponderación en las reservas internacionales consideradas a nivel global, del 73% al 58% en los últimos 20 años), los costos de la operatoria nunca fueron debidamente aclarados por el ente monetario.
Por lo pronto, con la decimonovena recompra consecutiva, el BCRA ya recobró unos US$1163 millones para sus reservas, aunque aún mantiene un saldo negativo por sus intervenciones sobre el mercado algo mayor a los US$2000 millones y su tenencia de reservas netas sigue en rojo en en unos US$1000 millones.
El problema es que, en paralelo, el BCRA se gastó en las últimas semanas casi US$900 millones en intervenciones sobre el mercado de bonos, para tratar de controlar tanto los dólares financieros como el paralelo, según estimaciones del economista y consultor Fernando Marull.